Sri Lanka.- HRW denuncia los abusos de las fuerzas de seguridad ceilandesas contra miembros de los Tigres Tamiles

Actualizado: martes, 26 febrero 2013 11:34

MADRID, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -

Human Rights Watch (HRW) ha denunciado este martes que las fuerzas de seguridad de Sri Lanka han utilizado la violación y otras formas de violencia sexual para torturar a presuntos miembros del grupo los Tigres de Liberación de la Tierra Tamil (LTTE) o personas que apoyan dicho movimiento, quienes se encontraban bajo custodia.

Los abusos ocurrieron entre 2006 y 2012, según el informe de la ONG, que recoge los casos de 75 personas que aseguraron haber sido violadas y víctimas de abusos sexuales a manos de miembros del Ejército, Policía y grupos paramilitares a favor del Gobierno, en centros de detención oficiales secretos en Sri Lanka.

"Las fuerzas de seguridad ceilandesas han cometido un incalculable número de violaciones contra mujeres y hombres tamiles que estaban bajo custodia", ha declarado el director de HRW para Asia, Brad Adams. "Esto no se trata de atrocidades que ocurrieron durante la guerra, sino que continúan en el presente y que ponen en peligro a los hombres y mujeres tamiles detenidos por participar presuntamente con el LTTE", ha añadido.

La mayoría de las víctimas han hablado con HRW y han corroborado sus versiones con informes legales y médicos. Muchos de los casos siguen el mismo patrón: las personas eran secuestradas de sus casas por hombres sin identificar, llevadas a centros de detención y sometidos a interrogatorios extremos por sus presuntas actividades para con LTTE, según la organización.

Un joven de 23 años ha señalado que tras un viaje al extranjero, fue secuestrado y retenido sin cargos. Sufrió violaciones durante tres días seguidos hasta que firmó una confesión. Aparte, una mujer de 32 años, ha indicado que fue detenida por dos hombres vestidos de paisanos que la desnudaron y fotografiaron desnuda.

"Ellos me dijeron que confesase todo", ha declarado a HRW. "Me negué a confesar y entonces amenazaron con matarme. Me golpearon y torturaron continuamente y al segundo día, un hombre vino a la habitación donde me encontraba y me violó. Fui violada por distintos hombres durante al menos tres días innumerables veces", ha enfatizado la mujer.

LA SITUACIÓN DE LAS VÍCTIMAS

Según el comunicado de HRW, las víctimas también han descrito haber sido golpeadas, colgadas por los brazos, parcialmente asfixiadas y quemadas con cigarrillos. Ninguna de las personas que ha hablado con miembros de HRW tuvo acceso a consejo legal, a sus familias o a médicos, en el período en el que estuvieron detenidos. Casi todas ellas firmaron una confesión con la esperanza de que los abusos pararían, a pesar de que al final, las torturas y violaciones de sus derechos continuaron, de acuerdo con la ONG.

"El Gobierno ha dificultado el tratamiento médico y psicológico para las víctimas violadas", ha indicado Adams. "En las zonas del norte, principalmente tamil, el Ejército ha prohibido la presencia de organizaciones locales e internacionales que presten servicios para los supervivientes de la violencia sexual", ha agregado.

Hasta el momento, ningún miembro de las fuerzas de seguridad ha sido procesado, y mucho menos condenado por cometer violaciones en custodia durante los últimos años del conflicto o desde el fin de la guerra, según el comunicado de la ONG.

Los entrevistados han declarado a Human Rights Watch que tanto el Ejército como la Policía rara vez hicieron esfuerzos para disimular que pertenecían a las fuerzas de seguridad del Estado, entre las que se incluyen Inteligencia militar, militares y agentes de Policía.

De acuerdo con el comunicado, las violaciones y otros actos de violencia sexual "son considerados crímenes de guerra". El Gobierno ceilandés tiene la obligación de no sólo prevenir las violaciones sino de investigar "las acusaciones creíbles" sobre tales abusos y procesar a los responsables, ha indicado la organización.

"La respuesta del Gobierno ante las denuncias de violencia sexual por parte de las fuerzas de seguridad han sido rechazadas al considerarlas 'falsas' o 'propaganda a favor del LTTE'", ha subrayado Adams. "No está claro que en el Gobierno fuese consciente de estos horribles crímenes, pero el fracaso del Ejecutivo para tomar medidas contra estos abusos en curso es una prueba más de la necesidad de una investigación internacional", ha proseguido.