COLOMBO 29 May. (EUROPA PRESS) -
Los rebeldes Tigres de Liberación de la Tierra Tamil (LTTE) adviertieron hoy de los efectos negativos que tendría su inclusión en la lista de organizaciones terroristas de la Unión Europea, en especial para la misión de observación del alto el fuego en la que participan observadores de varios países noreuropeos, al tiempo que rechazaron las peticiones de que se desarmen llegadas desde Europa.
En una entrevista concedida a la web pro-rebelde 'Tamilnet.com', el líder del brazo político del LTTE, S.P. Thamilchelvan, destacó que los miembros de la Misión de Observación en Sri Lanka (SLMM) han llevado a cabo "un servicio extraordinariamente valioso en los esfuerzos de paz y en el mantenimiento del respeto de las partes al acuerdo de alto el fuego".
El LTTE y Colombo alcanzarn un acuerdo de alto el fuego en 2002 con la mediación de Noruega, pero en las últimas semanas éste se ha visto muy debilitado, con numerosos incidentes en los que han muerto decenas de soldados, rebeldes y civiles tamiles. La SLMM se formó para supervisar este acuerdo de alto el fuego y está compuesta por observadores de cinco países nórdicos --Noruega, Islandia, Dinamarca, Suecia y Finlandia--. Los tres últimos son miembros de la UE.
La inclusión del LTTE en la lista de organizaciones terrorista de la UE --que se está debatiendo desde hace algunos días y que hoy acordarán previsiblemente los Veinticinco--, según Thamilchelvan "entraría en conflicto con la función objetiva de los observadores de los países de la UE". Además, añadió, "perjudicaría la confianza y la buena voluntad que el pueblo tamil tiene en los países europeos".
Por otra parte, preguntado sobre las peticiones de la UE para que los Tigres Tamiles se desarmen, Thamilchelvan afirmó que los rebeldes recurrieron "a la resistencia armada forzados por el Gobierno de Sri Lanka". "Durante más de 58 años el pueblo tamil luchó por sus derechos fundamentales y su libertad, utilizando formas democráticas de resistencia política", pero, añadió, "los sucesivos gobiernos cingaleses utilizaron la fuerza y la violencia para suprimir la resistencia".
"El pueblo tamil se armó para defender sus derechos fundamentales y políticos y para proteger su vida y propiedades" por lo que según el líder político del LTTE, "pedir a los Tigres Tamiles que depongan las armas equivale a pedirles que comprometan el futuro de los tamiles".
"Ayudar unilateralmente y fortalecer a una parte no llevará a ninguna solución práctica a las graves cuestiones a las que se enfrenta Sri Lanka", previno Thamilchelvan, acusando a la comunidad internacional y en concreto a la UE de apoyar a Colombo. El LTTE tomó las armas en 1983 contra las fuerzas gubernamentales para crear un Estado separado para la minoría tamil --que supone unos 3,2 millones de los casi 21 millones de habitantes de Sri Lanka-- en el norte y el este de la isla, donde reside mayoritariamente los tamiles. Hasta el acuerdo de alto el fuego de 2002, se calcula que el conflicto se cobró más de 65.000 víctimas pero desde entonces esta cifra se ha seguido engrosando, aunque a un ritmo más lento.