Sri Lanka.- El presidente Rajapakse convoca una reunión de todos los partidos políticos para salvar el proceso de paz

Europa Press Internacional
Actualizado: lunes, 6 marzo 2006 11:48

COLOMBO 6 Mar. (EP/AP) -

El presidente de Sri Lanka, Mahinda Rajapakse, ha convocado a los líderes de los principales partidos políticos del país para hoy en un intento por salvar el proceso de paz, amenazado por la creciente violencia así como por las profundas diferencias entre sus aliados.

"Todos tenemos que discutir y encontrar los modos de seguir con el proceso de paz", declaró el presidente Rajapakse a los líderes políticos, desde los monjes radicales budistas a los marxistas. El encuentro se está celebrando a puerta cerrada.

Esta es la primera reunión de todos los grandes partidos desde las conversaciones del 22 y 23 de febrero entre el Gobierno y los rebeldes Tigres de Liberación de la Tierra Tamil (LTTE) en Ginebra, donde acordaron reducir la violencia y reunirse nuevamente del 19 al 21 de abril. Sin embargo, los observadores de la tregua temen que la reciente reanudación de los ataques, con tres muertos en tres días, pongan en peligro las conversaciones.

Rajapakse ha sido criticado por dos de sus más estrechos aliados, el Frente Marxista de Liberación Popular y el grupo radical budista Jathika Hela Urumaya, así como por el principal partido de oposición, el Partido Nacional Unido, sobre cómo se están realizando las conversaciones de paz.

Los marxistas y el partido de los monjes se oponen a cualquier concesión a los rebeldes, que comenzaron a combatir en 1983 para crear un país separado para la minoría de 3,2 millones de tamiles. El apoyo de los dos aliados, que juntos reúnen 50 escaños en el Parlamento de 225 miembros, es crucial para el Gobierno de minoría de Rajapakse.

El UNP, que previamente dijo que respaldaría los esfuerzos de paz del Gobierno, pide ahora más transparencia. Precisamente fue durante un gobierno anterior del UNP cuando se logró el acuerdo de alto el fuego facilitado por Noruega a 2002, que puso fin a casi dos décadas de enfrentamientos que dejaron 65.000 muertos. La reciente ola de violencia ha dejado al menos 150 muertos, entre ellos 81 miembros de las fuerzas de seguridad.

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