COLOMBO 24 Ene. (EP/AP) -
El presidente de Sri Lanka, Mahinda Rajapakse, pidió hoy al mediador noruego en el proceso de paz, Eric Solheim, que establezca nuevas conversaciones con los rebeldes Tigres de Liberación de la Tierra Tamil (LTTE) con la esperanza de evitar que la isla vuelva a sumirse en una guerra civil, pero los separatistas siguen albergando la posibilidad de una vuelta al conflicto.
Rajapakse y Solheim mantuvieron "un largo y cordial" cara a cara esta mañana, según indicó el portavoz presidencial, Lucian Rajakarunanayake, pero según otras fuentes cercanas al presidente, Rajapakse pidió a Solheim que abra conversaciones lo más rápido posible con los rebeldes.
Rajapakse se mostró flexible en cuanto al lugar donde se mantendrían dichas conversaciones, según estas fuentes. Los rebeldes quieren que se celebren en Oslo, pero los aliados políticos del presidente se han opuesto anteriormente a que las conversaciones se celebren en la capital noruega. Según las citadas fuentes, Rajapakse le dijo a Solheim que no se mostraria inflexible en cuanto al lugar donde se produzca el diálogo.
Solheim llevará el mensaje del presidente al territorio controlado por los rebeldes mañana, cuando el enviado tiene previsto reunirse con el líder del LTTE, Vellupillai Prabhakaran. Los rebeldes tamiles afirmaron ayer que han comenzado a entrenar a civiles tamiles para el combate con el fin de aumentar sus filas en caso de que se reanude la guerra con el Gobierno. La reciente ola de violencia ha dejado al menos 120 muertos, según el Ejército, la Policía y los grupos pro Derechos Humanos establecidos en el norte.
Precisamente hoy, un periodista fue abatido a tiros en la ciudad de Trincomalee (este), pero por el momento no está claro el motivo de este asesinato. Subramaniyam Sugitharajah, cuyo periódico 'Sundar Oli' ha resaltado las demandas del LTTE de autonomía, fue abatido por un sólo asaltante, según la Policía. En otro ataque hoy en Trincomalee, hombres armados no identificados abatieron a un tamil conocido por su estrecha relación con el LTTE, según indicó un agente de policía que pidió el anonimato.
Pese a la creciente violencia, Solheim, que ayudó a negociar el alto el fuego entre el Gobierno y los rebeldes en 2002, dijo a la prensa que todavía espera evitar que se vuelva a la guerra civil. "Nunca hay un último minuto para detener la guerra", declaró ayer en la Asociación de Corresponsales Extranjeros en Sri Lanka.