MUNICH (ALEMANIA), 19 Abr. (EUROPA PRESS/Leyre Guijo)
El pasado 18 de enero Edmund Stoiber, líder de la Unión Social Cristiana (CSU) y primer ministro del estado federado alemán de Baviera, anunciaba que abandonaría ambos cargos el próximo septiembre. Ahora cuatro meses después, no parece retractarse de la decisión tomada y explica que ni él ni su partido querían "correr el riesgo" de que al final fueran los bávaros los que pidieran su marcha.
"Todo tiene su momento", explica el político conservador alemán a un grupo de periodistas españoles. "Después de 30 años en activo ha llegado el momento de que me retire", remacha. Como él mismo recuerda, entró en la política en 1974 y en 1978 era ya secretario general de la CSU , hermana bávara de la Unión Cristiano Demócrata que lidera Angela Merkel. En 1988 dio el salto al Gobierno federal, ejerciendo la cartera de Interior, para regresar a Munich en 1993 y ocupar la cancillería de Baviera. En 2002, "casi fui canciller", lamenta, ya que tan sólo 6.000 votos le dieron la victoria al socialdemócrata Gerhard Schroeder.
Después de todo esto, "uno empieza a sentir que el tiempo se está acabando" tras 30 años "en la cumbre de la política bávara y alemana", añadió el político de 65 años, recordando que Helmut Kohl (CSU), "uno de los grandes cancilleres" de Alemania, cuando presentó de nuevo su candidatura en 1998, tras 16 años en el cargo, "la oposición utilizó como argumento que 16 años eran ya suficientes".
No se tuvo en cuenta, añade Stoiber, "los logros" realizados por Kohl, por eso "puede que de aquí a un año me hubieran dicho, 'quince años son suficientes, lo has hecho muy bien' y este riesgo no lo queríamos correr". En este sentido, hizo hincapié en que su salida de la CSU no significa que el partido vaya a perder el poder en Baviera, que ostenta desde hace prácticamente 60 años y que en los últimos 40 ha gobernado con mayoría absoluta.
"No vamos a cambiar de política, solo cambian las personas", subraya Stoiber, sin pronunciarse sobre sus eventuales sucesores en ambos cargos, para los que ya hay favoritos pero todo está por concretar. "Haré todo lo que esté a mi alcance para que la transición sea buena y espero que la CSU siga siendo el partido dominante".
PLANES DE FUTURO
Tampoco quiso pronunciarse durante la entrevista sobre qué hará tras dejar el cargo en septiembre. "Me lo pensaré en cuanto me vaya porque hasta esa fecha haré todo lo que esté en m mano para trabajar por mi estado", afirma tajante, subrayando que "una vida sin política también puede ser positiva" y que después tendrá "tiempo suficiente para pensarlo".
Son muchos los que todavía no entienden la salida de Stoiber de la política, máxime cuando su partido cuenta con una abrumadora mayoría en el Parlamento --124 diputados frente a los 41 del SPD y los 15 de los Verdes-- y cuando Baviera es uno de los 'laender' más desarrollados y más ricos de Alemania. Pero su salida, no traerá consigo muchos cambios. Al menos eso es lo que cree el vicepresidente del Parlamento, Peter Paul Gantzer (SPD), que reconoce que la oposición tiene muy poco poder de maniobra y acción.
Según el periodista de la cadena ARD Julio Segador, el éxito de la CSU radica en que "Baviera es una región muy conservadora" y el partido que actualmente lidera Stoiber "sabe muy bien qué es lo que quiere el pueblo". La CSU , aunque ha vivido "escándalos muy gordos", no tiene ninguna oposición, "la única oposición es la que hay en el seno del propio partido". Esta oposición interna, y el creciente alejamiento de Stoiber con los ciudadanos es lo que llevó al partido a forzar su dimisión, según Segador.
BAVIERA CRISTIANA
Baviera, como admite el propio Stoiber, es "un país profundamente cristiano" de ahí el que, explica, "en todos los edificios públicos haya un crucifijo, al igual que en todas las escuelas y clases". La presencia del crucifijo en las clases provocó un cierto "resquemor" que llevó la cuestión hace más de una década ante el Tribunal Constitucional ante las quejas de algunos padres".
Tras el fallo del Constitucional, "pero no por seguirlo", se modificó la legislación y actualmente el crucifijo sigue estando presente en las aulas bávaras pero si algún padre se queja por ello, entonces "hay que quitarlo", señala Stoiber, precisando que Baviera es el único estado federado que tiene esta normativa en toda Alemania.
En todo caso, y aunque existe "una separación nítida" entre Estado y religión, hay buenas relaciones con la Iglesia católica y la protestante, y también con el resto de religiones, "pero la católica juega un papel preponderante, aunque no participa en política".
En Baviera, los católicos representan al 60% de la población pero, según Stoiber, "lo que reina es la tolerancia" de ahí el que haya mezquitas "y nadie se moleste por la religión del otro". En todo caso, subraya que "el que quiera vivir como musulmán tiene que saber acatar la Constitución , que plasma valores cristianos como la dignidad humana o la igualdad entre el hombre y la mujer".
En este sentido, el canciller bávaro defiende que hay que "velar por una integración de los inmigrantes que pase por el conocimiento del alemán" y opina que en Alemania "quizá nos pasamos un poco en tolerancia hace 10 o 20 años" con los inmigrantes que llegaron entonces. "Seguramente uno de los desafíos más importantes en el futuro será la integración de las culturas no europeas", concluyó.