Sudán.- Amnistía, HRW y ICG exigen a la ONU una "fuerza de protección enérgica" que proteja a los civiles en Darfur

Europa Press Internacional
Actualizado: viernes, 26 mayo 2006 19:27

NUEVA YORK 26 May. (EUROPA PRESS) -

Las organizaciones no gubernamentales Amnistía Internacional (AI), Human Rights Watch (HRW) e International Crisis Group (ICG) exigieron hoy en una carta conjunta a los Estados miembros del Consejo de Seguridad de la ONU que garanticen el despliegue urgente en Darfur de una "fuerza de protección enérgica" con autorización para hacer uso de la fuerza a fin de proteger a los civiles. Asimismo, instaron a imponer nuevas sanciones a Jartum si insiste en no aceptar la entrada de la misión internacional de paz.

"El Consejo de Seguridad debe cumplir con su responsabilidad de proteger a los civiles sudaneses de nuevos ataques, insistiendo en que Jartum deje de andarse con rodeos y acepte una fuerza de la ONU enérgica", señaló el presidente del ICG, Gareth Evans. "Mientras tanto, es preciso apoyar y reforzar los esfuerzos de la Unión Africana en Darfur para que pueda proteger mejor a los civiles", añadió.

El pasado 28 de abril, el Consejo de Seguridad aprobó la Resolución 1674, que hace hincapié en la responsabilidad de los Estados de proteger a las poblaciones del genocidio, los crímenes de guerra, la depuración étnica y los crímenes de lesa humanidad.

A juicio de las organizaciones firmantes, Darfur es "una prueba clave" del compromiso del Consejo de Seguridad con el concepto de "responsabilidad de proteger". Según la carta conjunta, decenas de miles de personas han sido víctimas de homicidio, violación y agresión, y casi dos millones han sido expulsadas de sus hogares, debido a una campaña de contrainsurgencia del Gobierno sudanés que ha sido causa de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad.

JARTUM Y LA FUERZA DE LA ONU

"El primer obstáculo que hay que superar son las objeciones de Jartum a la fuerza de la ONU", afirmó el director ejecutivo de Human Rights Watch, Kenneth Roth. "El reto siguiente consiste en garantizar que las tropas de la ONU están autorizadas a detener los ataques contra civiles, y no se quedan simplemente mirando cómo continúan los homicidios", añadió.

Jartum sigue resistiéndose a admitir una fuerza de la ONU a pesar del acuerdo de paz de Darfur del 5 de mayo, que Sudán impuso como condición previa para el despliegue de tropas de la ONU en Darfur. El Consejo de Seguridad aprobó una resolución en la que se pedía al Gobierno sudanés que facilitara el acceso de planificadores de la ONU antes del 23 de mayo, plazo que ya ha pasado.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, ha nombrado a Lakhdar Brahimi enviado especial de Naciones Unidas. Brahmimi anunció ayer que el Gobierno sudanés había accedido a permitir la entrada del equipo de planificación de la ONU, aunque dio pocos detalles del resultado de sus conversaciones con las autoridades sudanesas.

Amnistía Internacional, Human Rights Watch e International Crisis Group han manifestado que si Jartum no acata la resolución del Consejo de Seguridad, éste debe considerar la posibilidad de imponer nuevas sanciones a las autoridades sudanesas que están bloqueando la transición de la ONU.

AYUDAS A LA AMIS

En la carta conjunta se pide también a los Gobiernos donantes que proporcionen de inmediato fondos y apoyo logístico y técnico a la misión de la Unión Africana en Darfur (AMIS). El 15 de mayo, el Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana aprobó la transferencia de su misión de 7.000 miembros en Darfur a una fuerza de la ONU el 1 de octubre de 2006 o antes.

"Pueden pasar meses antes de que la ONU esté totalmente desplegada, así que es esencial prestar de inmediato apoyo a la Unión Africana", señaló la secretaria general de Amnistía Internacional, Irene Khan. "Los Gobiernos donantes deben demostrar que están dispuestos a proteger a la población de Darfur comprometiéndose públicamente a proporcionar los fondos y los recursos militares que tan desesperadamente necesitan la Unión Africana", agregó.

La misión de la Unión Africana ha tenido que enfrentarse al deterioro de la situación de seguridad sobre el terreno. Desde finales de 2005 han aumentado los ataques contra civiles, trabajadores humanitarios y personal de la AMIS. La ONU calcula que, en abril de 2006, al menos 650.000 civiles en situación de necesidad no recibían asistencia humanitaria por no poder los trabajadores de las organizaciones humanitarias llegar a ellos.

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