NUEVA YORK 8 Ago. (EUROPA PRESS) -
La escalada de violencia en Darfur, en el oeste de Sudán, ha costado la vida a más voluntarios en las últimas dos semanas que en los dos años anteriores y pone en peligro la misión humanitaria en la zona, según advirtió Naciones Unidas.
El acceso de la asistencia humanitaria a las áreas afectadas por la violencia es el más bajo desde que comenzó la operación en Darfur, de acuerdo con la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). Ocho funcionarios murieron en cumplimiento de sus misiones sólo en julio, mientras la violencia irrumpe en las comunidades, agravando la crisis humanitaria, según señaló la OCHA en un comunicado.
"El nivel de violencia al que se enfrentan los trabajadores humanitarios no tiene precedentes. Muchos de los ataques ocurrieron mientras ellos ayudaban a la población afectada", subrayó el coordinador humanitario de la ONU, Manuel da Silva.
"Esto es totalmente inaceptable. Todas las partes deben respetar la neutralidad de los trabajadores humanitarios", añadió, advirtiendo de que "si esta situación continúa corremos el riesgo de perder todo lo conseguido en el último año".
Además de las muertes, se han incrementado los secuestros de vehículos de ONG, ataques y saqueos de automóviles, y emboscadas. Algunos vehículos fueron robados durante la distribución, y se registran robos de los depósitos de las ONG, así como el ataque a una ambulancia.