NUEVA YORK, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha prorrogado doce meses el mandato de la Misión de la ONU en Sudán del Sur (UNMISS) y ha pedido a sus efectivos que se centren en la protección de la población civil y en la mejora de la seguridad del país africano, según ha informado la organización internacional en un comunicado.
La UNMISS se creó después de que Sudán del Sur proclamara su independencia, el 9 de julio de 2011, porque el Consejo de Seguridad consideró, conforme al Capítulo VII de la Carta de la ONU, que la situación en el nuevo país constituía una amenaza a la paz y seguridad internacionales.
El mandato de la UNMISS es consolidar la paz en Sudán del Sur y establecer las condiciones necesarias para su desarrollo, sin embargo, en el último año el país ha sufrido una escalada de violencia, en parte, por los enfrentamientos fronterizos con Sudán.
El Consejo de Seguridad ha expresado "su profunda preocupación por la situación humanitaria causada por el aumento de la inseguridad en la región fronteriza, el conflicto en los estados sudaneses de Kordofán del Sur y Nilo Azul y la violencia interétnica, así como por la inseguridad alimentaria".
Por ello, sus 15 miembros han instado a todas las partes en el conflicto a "cesar inmediatamente las hostilidades y los abusos de los Derechos Humanos contra la población civil, en particular, la violencia de género".
En concreto, han urgido al Gobierno a asumir su responsabilidad de proteger a la población y a adoptar medidas para promover la participación de la mujer en la toma de decisiones, como una modificación constitucional para "luchar contra las actitudes sociales negativas sobre la capacidad de las mujeres para participar en igualdad".
Por otro lado, el Consejo de Seguridad ha solicitado a la UNMISS que ayude al Gobierno a participar en mecanismos regionales para proteger a los civiles y promover el desarme y la desmovilización de los miembros del Ejército de Resistencia del Señor (LRA) que se encuentran en Sudán del Sur.
El LRA fue creado en 1980 en Uganda, donde permaneció activo hasta 2006, cuando el Ejército consiguió expulsar a sus combatientes del país. Desde entonces, se han desperdigado por toda la región y las autoridades africanas reconocen que su pista es difícil de seguir. No obstante, creen que el grupo armado tiene remanentes en República Centroafricana, República Democrática del Congo, Sudán, Sudán del Sur y Chad.
El LRA es un grupo armado cuyo único objetivo es la supervivencia. Entre sus actividades destacan el reclutamiento de niños --se calcula que suman ya unos 30.000--, la utilización de niñas como esclavas sexuales y las mutilaciones. Solo desde 2008, se cree que ha matado a 2.400 personas, secuestrado a 3.400 y provocado el desplazamiento forzoso de 440.000.
