ESTOCOLMO 18 Sep. (EP/AP) -
El líder de la coalición opositora de centro-derecha, Fredrik Reinfeldt, ha proclamado su victoria en las elecciones legislativas suecas, con la que pone fin a doce años de gobiernos socialdemócratas.
La oposición centroderechista, que basó su campaña en la promesa de reformar el celebérrimo estado de bienestar sueco, se impuso al gobierno socialdemócrata en unas elecciones parlamentarias que fueron tan reñidas como se esperaba.
De este resultado deriva el hecho de que el primer ministro y candidato socialdemócrata, Goran Persson, tras reconocer la derrota de los dos partidos que gobiernan el país en coalición, informase que el Ejecutivo presentará la dimisión de inmediato al obtener en peor resultado en décadas.
Escrutado el 99 por ciento de los distritos electorales, la alianza opositora cuatripartita encabezada por Fredrik Reinfeldt tenía el 48 por ciento de los votos, contra el 46,2 por ciento de los socialdemócratas y los dos partidos que los apoyan.
"Ha sido un trabajo de equipo el que nos ha permitido ganar", afirmó Reinfeldt, quien proclamó su victoria poco después de conocer el escrutinio casi completo.
Por su parte, Persson únicamente admitió que "se han perdido las elecciones", pero insistió en que "este no es un partido que esté derrotado".
Persson dijo que el modelo social sueco, una economía de mercado combinada con un estado de bienestar que cobra impuestos altos, estaba en juego en las elecciones.
Aunque la oposición encabezada por el Partido Moderado --que obtuvo el 26 por ciento de los votos, un 9 por ciento más que en 2002-- aseguró que no desmantelaría el sistema, sino que lo ayudaría a sobrevivir promoviendo la creación de empleos en lugar del seguro social.
Al tomar el mando del partido en 2003, Reinfeldt le imprimió a este una orientación centrista atenuando sus posiciones más conservadoras.
"Nos atrevimos a plantearnos un desafío, a reconocer nuestros errores", señaló Reinfeldt. "Esa renovación que ha comenzado continuará en el futuro", agregó.
Los socialdemócratas, por su parte, obtuvieron el 35,3 por ciento, un resultado que, de confirmarse, sería el peor para el partido desde 1914.