SEÚL, 19 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los surcoreanos acuden este miércoles a las urnas para elegir a su próximo presidente, en unas de las elecciones más reñidas de la historia del país asiático, marcadas por la escalada de tensión con Corea del Norte, tras el lanzamiento de un cohete de largo alcance.
La disyuntiva a la que se enfrentan los surcoreanos es prolongar otros cinco años el mandato de los conservadores, dando la victoria a la candidata del Partido Saenuri, Park Geun Hye, o cambiar a un Gobierno liberal, apoyando al candidato del Partido de la Unión Democrática (PUD), Moon Jae In.
La hija del ex dictador surcoreano Park Chung Hee se ha presentado como el candidato mejor preparado para ocupar la Casa Azul y ha prometido "poner en primer lugar la vida de las personas". "Garantizaré sus medios de vida y restauraré la clase media", ha dicho, al cierre de su campaña electoral.
Park, de 60 años de edad, ya ha depositado su papeleta en la urna y ha instado a sus compatriotas a hacer lo mismo para "abrir la nueva era que tanto anhelan". "Esperaré humildemente la elección del pueblo surcoreano", ha indicado.
Por su parte, el jefe de Gabinete del fallecido presidente Roh Moo Hyun, ha acusado al Partido Saenuri "de la crisis general que vive Corea del Sur" y ha prometido "trabajo, sacrificio, equidad y justicia" para revertir la situación. "Enjugaré las lágrimas de la gente", ha aseverado, en el cierre de su campaña electoral.
Moon, de 59 años de edad, también ha votado ya, haciendo un llamamiento a la participación electoral. "La única forma que tiene la gente de cambiar el mundo es votando. Si estás insatisfecho por los últimos cinco años, por favor, cambia el mundo con tu voto", ha indicado. Además, ha dicho que, "después de darlo todo (en la campaña electoral)", ahora espera una "directiva divina".
Los últimos sondeos sobre intención de voto apuntan a un empate técnico entre ambos candidatos, sin margen de error, especialmente después de que el popular magnate del software Ahn Cheol Soo se retirara de la carrera presidencial y diera su apoyo a Moon.
Por ello, Park y Moon han apurado las últimas horas de la campaña electoral recorriendo los principales centros urbanos de Corea del Sur, sobre todo su capital, Seúl, y la ciudad de Busan, donde se concentran los votantes indecisos, que decantarán el resultado electoral.
Los centros de votación han abierto a las 6.00 horas y se espera que cierren a las 18.00 horas (22.00 horas del martes y 10.00 horas del miércoles en España) con una participación récord del 70 por ciento, a pesar de la ola de frío que recorre el país y que, por ejemplo, en Seúl ha bajado el mercurio hasta las diez grados centígrados negativos, según informa la agencia de noticias Yonhap.
Se espera que las tres grandes televisiones surcoreanas den los primeros resultados alrededor de las 22.00 horas (14.00 horas en España), aunque el escrutinio no se completará hasta las primeras horas del jueves.
TENSIÓN COREANA
Además de por los ajustados sondeos sobre intención de voto, se espera que los surcoreanos voten masivamente en estas elecciones presidenciales para decidir el rumbo que tomarán las relaciones con Corea del Norte con el próximo Gobierno.
En los últimos años la relación entre las dos Coreas se ha deteriorado drásticamente. El punto de inflexión fue el ataque llevado a cabo por el régimen comunista en marzo de 2010 contra el buque surcoreano 'Cheonan', que se saldó con la muerte de 46 marineros surcoreanos.
Apenas ocho meses después, Pyongyang lanzó otro ataque contra su vecino meridional, bombardeando la isla de Yeonpyeong, ubicada en el mar Amarillo, frontera natural de las dos Coreas, acabando con la vida de cuatro personas, dos militares y dos civiles, los primeros que mueren por un enfrentamiento armado desde la guerra (1950-1953).
A ello hay que sumar que en abril y diciembre de 2012 Corea del Norte ha lanzado dos cohetes de largo alcance para poner en órbita dos satélites meteorológicos, uno de los cuales ha conseguido entrar en órbita, desafiando con ello a la comunidad internacional.
El Consejo de Seguridad ha condenado firmemente ambos lanzamientos porque violan las resoluciones dictadas tras las pruebas de 2006 y 2009, que prohíben expresamente al régimen comunista usar y desarrollar sus programas nuclear y de misiles, así como importar y exportar determinados productos.