PATTANI (TAILANDIA), 16 Jun. (EP/AP) -
Las autoridades tailandesas detuvieron hoy a un indonesio mientras la Policía lleva a cabo una intensa campaña de búsqueda de insurgentes islamistas en el sur a los que se considera responsables de la ola de atentados bien coordinados que vive esta parte del país
De hecho, al menos cinco bombas de fabricación casera explotaron hoy las provincias del sur, dejando nueve heridos, después de que ayer presuntos insurgentes atacaran oficinas gubernametales y comisarías de Policía con más de 40 bombas que dejaron al menos dos muertos y 16 heridos.
La nueva ola de violencia pone de manifiesto el fracaso del Gobierno en la resolución de la creciente insurgencia en el sur, donde reside principalmente la minoría musulmana del país.
La Policía encontró al sospechoso, identificado como Zablee Hamaeruding, de 37 años, solo en una cabaña en una plantación de caucho en el distrito de Rangae, en la provincia de Narathiwat. Los agentes se incautaron de materiales para la fabricación de bombas como fertilizantes y 3 kilos de clavos, según el coronel de Policía Manoj Intaritkul.
"Creemos que este hombre podría formar parte del movimiento insurgente que está causando problemas en esta región", indicó este responsable policial.
Por su parte, el ministro de Interior, Kongsak Wanthana, indicó ayer que las investigaciones iniciales apuntan a que las bombas fueron fabricadas fuera de Tailandia. Los responsables de seguridad han advertido de que combatientes indonesios están implicados en la insurgencia musulmana en Tailandia, aunque el Gobierno ha reiterado que se trata de uan cuestión doméstica sin influencia exterior.
Una de las bombas que explotó hoy estaba colocada en los bajos del vehículo de un responsable gubernamental y explotó cuando el coche se detuvo en un control de Policía en la provincia de Yala, según el teniente coronel Mongkol Kijrodhon. El responsable y tres policías resultaron heridos, al igual que otras dos personas.
Otra explosión se produjo cerca de un puesto de comida en el distrito de Tak Bai en Narathiwat, hiriendo a tres personas, según la Policía. Otras tres bombas de escasa potencia estallaron en otros puntos sin provocar heridos. Según el portavoz regional del Ejército, los explosivos, colocados en dos estaciones de tren en Narathiwat y en otra en Pattani, no eran "bombas mortales, sino como grandes petardos cuyo objetivo era hacer ruido".
