BANGKOK, 19 Feb. (EP/AP) -
La violencia prosiguió hoy en sur del país con al menos un muerto y al menos 24 personas heridas en una nueva oleada de atentados dirigida contra la minoría china que celebra el Año Nuevo lunar. En el atentado más grave falleció un mayor del Ejército tailandés al explotar un artefacto explosivo casero. El la explosión también resultó herido un niño de siete años, informó el jefe provincial de la Policía, Phaitoon Chuchaiya.
En Narathiwat, también cerca de la frontera con Malasia, tres agentes de la Policía resultaron heridas cuando explotó una bomba oculta en el tejado de una estación de ferrocarril del distrito de Rue So. El artefacto explotó cuando se acercó la patrulla policial, formada por ocho agentes. También en la mañana de hoy resultaron heridas siete personas en un atentado perpetrado en un concesionario de la capital de Pattani.
Ya por la tarde, otras cinco personas resultaron heridas al explotar una bomba activada con un teléfono móvil cerca de un salón de karaoke situado en el distrito más importante de la provincia de Narathiwat, informó la Policía.
En otro incidente, dos militares que realizaban funciones de escolta de profesores resultaron heridos en un ataque perpetrado cuando regresaban de realizar su misión, informó la Policía. Con este tiroteo ya son 69 los heridos registrados sólo en las últimas 24 horas.
Mientras, el Gobierno tailandés se comprometió hoy a extremar las medidas de seguridad tan sólo un día después de la cadena de atentados insurgentes de ayer en la que murieron ocho personas y otras setenta resultaron heridas en las regiones del sur del país.
Los atentados fueron perpetrados anoche justo cuando miles de personas de origen chino celebraban la llegada del Año Nuevo lunar. Un portavoz militar aseguró que los insurgentes intentaban atemorizar a la comunidad china para que abandonen una región mayoritariamente musulmana. En total fueron 29 bombas y veinte ataques de otro tipo los perpetrados en la noche de ayer en las cuatro provincias del sur, Yala, Narathiwat, Pattani y Songjla.
El primer ministro tailandés, Surayud Chlanont, se reunió con los máximos responsables de la seguridad y pidió extremar las medidas de seguridad en la zona, sobre todo con vistas a proteger a la población civil que celebre las próximas festividades budistas y tailandesas ante el temor de ataques de los islamistas.
"Subrayó la necesidad de prepararse para situaciones como estas. Hay agujeros legales en las ciudades que permiten a los insurgentes atacar; debemos acabar con estos agujeros", aseguró el secretario general del Mando de Operaciones de Seguridad Interna, la agencia contrainsurgente tailandesa, Montri Sangkasab.
Entre las medidas previstas está la instalación de cámaras seguridad de circuito cerrado en puntos estratégicos, explicó. Además, Surayud pidió a las agencias de seguridad que se centren en el seguimiento de los explosivos utilizados en los atentados.
El jefe del Estado Mayor, el general Sonthi Boonyaratglin, aseguró también que se enviarán más tropas al sur, pero que no hay necesidad de imponer el toque de queda en la región, informó la agencia estatal Thai News Agency.
