BANGKOK, 18 Abr. (EP/AP) -
Un grupo de supuestos insurgentes islámicos asesinó anoche a tiros a dos trabajadores de confesión budista y posteriormente decapitó a uno de ellos, en un nuevo episodio de violencia por motivos religiosos en el sur de Tailandia, según informó la Policía. Por otra parte, un alto mando policial resultó herido esta mañana por la explosión de una bomba en la misma región mientras efectuaba una misión de inspección.
El mando policial perdió su pierna y brazo izquierdos como consecuencia de la explosión en Narathiwat, donde llevaba a cabo una inspección poco después del estallido de otro artefacto, según el coronel Paisal Chaibuth, de la Policía.
En un incidente anterior, tres supuestos insurgentes atacaron anoche unas obras en el distrito de Sisakorn, en la provincia de Narathiwat, y mataron a tiros a dos trabajadores de religión budista, según el teniente Pattarakorn Srisurin, de la Policía.
Tras asesinar a los dos trabajadores, los atacantes decapitaron a uno de ellos antes de huir. El decapitamiento de budistas se han incrementado en las tres provincias mayoritariamente musulmanes del sur de Tailandia, donde la sublevación islámica de los islámicos ha causado más de 2.000 muertos desde 2004. El ataque sistemático a budistas parece una táctica para expulsarlos de la zona y dividir a los seguidores de las dos religiones.
