Testimonio desde Nepal: "Decidí que debíamos correr porque no sabía lo que iba a pasar"

Supervivientes del terremoto en Katmandú
Foto: PLAN INTERNACIONAL
Actualizado: martes, 28 abril 2015 16:21

"Pensé que mis hijos y yo íbamos a morir"

   KATMANDÚ, 28 Abr. (Por Shreeram K C, Responsable de Comunicación de Plan Internacional en Nepal) -

   Era casi mediodía del sábado y estaba en casa con mis dos hijos. Tenía la mirada fija en la pantalla del ordenador cuando de repente vi la pared de la habitación sacudiéndose con un fuerte ruido. No tenía ni idea de lo que estaba sucediendo pero los movimientos cada vez eran más fuertes y frecuentes y nos hicieron perder el equilibrio. Poco después caí en la cuenta de que era un terremoto y entonces cogí a mis dos hijos y permanecí en pie con ellos cerca de un pilar, pensando que nos protegería.

   No pensé en huir de la habitación. Estaba con mis hijos, así que actué con confianza y resolución y calmé a los niños, que estaban nerviosos y me pedían que saliéramos de allí y escapáramos. Traté de convencerles y les dije: "Mantened la calma, no va a pasar nada. Estamos seguros".

   Después escuché un ruido enorme y no sabía de dónde venía. Oía a gente llorar, sollozar, y mis hijos estaban nerviosos. Decidí que debíamos correr, porque no sabía lo que iba a pasar. El temblor continuaba, era muy fuerte, y se produjeron sacudidas incontrolables.

   He sentido sacudidas otras veces en el pasado, pero esta vez eran más largas y fuertes. Pensé que mis hijos y yo íbamos a morir, porque, ¿cómo podríamos sobrevivir a aquello? Casi había perdido la esperanza.
Cuando las sacudidas pararon, salimos al exterior. En las calles, la gente lloraba y algunos padres cargaban a sus hijos en brazos. Otros buscaban, preguntando dónde estaban sus hijos.

   Muchos edificios antiguos se habían derrumbado así que para permanecer a salvo nos dirigimos a campo abierto. Cientos de personas hicieron lo mismo y estaban ya en los campos. Después de unos minutos sentimos otra sacudida; el temblor no paraba.

   Tras el temblor principal, notamos muchas réplicas y las mujeres con sus hijos lloraban asustadas. Una casa antigua se derrumbó aunque nadie resultó herido ya que sus habitantes estaban fuera en el patio. Mis padres también estaban llorando. Traté de hablar con familiares pero no pude comunicarme con ellos. Todo el mundo intentaba ponerse en contacto con sus familias para informarse de la situación.

Terremoto Nepal

NADIE SE ATRAVÍA A VOLVER A SUS CASAS

   Encendimos la radio y pudimos confirmar que había habido un gran terremoto que había afectado a varios distritos de Nepal. Incluso después de varias horas, nadie se atrevía a entrar en sus casas debido a las continuas réplicas, así que decidimos permanecer fuera.

   El acceso a Internet era limitado pero conseguí enviar información a mis colegas de Plan Internacional, pasándoles imágenes y tweets sobre lo que estaba viviendo. Estaba anocheciendo, la red eléctrica estaba cortada, el cielo nuboso, y durante ese tiempo volvimos a sentir numerosas sacudidas que mantuvieron a la gente en tensión.

   Las noticias estaban diciendo que había muchas víctimas humanas. Pasamos todo el día y la noche con inquietud, con rumores que llegaban, con el trauma reciente e insomnio. Los recuerdos del terremoto son terribles, horribles, y no lo vamos a poder olvidar en mucho tiempo.

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