BRUSELAS 31 May. (EUROPA PRESS) -
El Dalai Lama expresó hoy su deseo de recuperar para el Tíbet la gestión de algunas políticas que están en manos de China desde la ocupación de 1951, como la cultura y el medio ambiente, aunque descartó que el resultado de los contactos entre las dos partes deba ser la "separación", puesto que consideró que Beijing debería seguir encargándose de aspectos como las relaciones exteriores o la defensa.
"Hoy tratamos de dialogar con el Gobierno de China con el objetivo de insistir sobre el hecho de que los tibetanos quieren tener gestión sobre cuestiones corrientes, por ejemplo el medio ambiente", dijo, aunque descartó la asunción de competencias relativas a las relaciones exteriores o la defensa.
Hizo estas declaraciones en una rueda de prensa junto al líder de los liberales del Parlamento Europeo, Graham Watson, donde defendió la cultura, la tradición y el medio ambiente tibetanos como ámbitos que tradicionalmente han sido perseguidos o desdeñados por China y que deberían preservarse.
Watson, por su parte, reconoció la reputación del "14 Dalai Lama" en Occidente como "representante de la paz" y defensor del "respeto de las distintas confesiones", pero también como "representante de un pueblo de seis millones (de personas) a quienes se les niega la autonomía". A este respecto, consideró que la autonomía que necesita el Tíbet es similar a la que tiene su Escocia natal dentro del Reino Unido.
El líder liberal mostró su deseo de que "podamos tener finalmente la autonomía del Tíbet que disfrutó hasta la invasión (china)" con el apoyo de la UE.
Poco antes, el Dalai Lama había defendido esta misma idea durante su comparencia ante la comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo, en la que aseguró que su objetivo no es la separación de China, sino que "estamos tratando de materializar una autonomía significativa".
"No estamos buscando la separación. El Tibet es un país sin salida al mar, materialmente muy, muy retrasado. Queremos modernización, por eso si seguimos con China podremos obtener más beneficios que solos", dijo y añadió que "la economía está creciendo en China y los efectos han alcanzado a todas las partes del país", una situación de la que dijo que "el Tíbet también está consiguiendo beneficios".
El líder budista insistió durante la rueda de prensa en su empeño por defender la cultura y la tradición tibetanas, tan perseguidas particularmente durante la Revolución Cultural China, que las consideró "obsoletas".
Consideró que en la actualidad se han producido "mejoras" por lo que respecta a la libertad religiosa en China, donde cada vez más "intelectuales chinos y del medio empresarial" se muestran interesados por el budismo". No obstante, apunto a que "aún hay restricciones".
"La situación actual de la libertad religiosa en China continental ha mejorado en comparación con hace 30 años", cuando recordó que el Partido Comunista Chino "consideraba que la religión era un veneno que había que eliminar". "Hay aún restricciones y que hacer esfuerzos para tener ventajas en la libertad religiosa", indicó.
Además de su comparecencia hoy en el Parlamento Europeo, el Dalai Lama participó ayer en una reunión organizada por la Comisión Europea y la Presidencia austriaca de la UE junto a líderes religiosos cristianos, musulmanes y judíos para conversar sobre los valores comunes y la convivencia en Europa entre las distintas creencias.
El Dalai Lama insistió hoy en sus dos "compromisos", promover los valores humanos, que se dan de forma "universal" tanto en creyentes como no creyentes, y la defensa de la "armonía religiosa", necesaria teniendo en cuenta que "algunos necesitan un sentimiento de pertenencia religiosa pero también que la religión es a veces origen de conflictos".