LISBOA, 8 Jun. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Patricia Ferro) -
El ministro de Exteriores y Defensa de Timor Oriental, José Ramos Horta, se mostró hoy disponible a sustituir al primer ministro, Mari Alkatiri, si cuenta con el apoyo de Fretilin, el partido que está en el poder. "Aceptaría ese fardo" si fuese necesario, declaró a la cadena de televisión portuguesa RTP el premio Nóbel de la Paz.
"Obviamente que sí. Si hubiese necesidad de que me llamasen para asumir tal fardo aceptaría como timorense", apuntó el ministro, que sin embargo aclaró que esa posibilidad depende de Fretilin, una formación de la que no es militante.
"Repito muy claramente, muy claramente, que cualquier alteración en el actual equipo de Gobierno debe venir de Fretilin, que tiene la mayoría nacional y que detenta la mayoría parlamentaria", apuntó. Ante estas declaraciones, el primer ministro no ha querido realizar ningún tipo de comentario.
Sin embargo, el presidente de Fretilin, Francisco Guterres "Lu-Olo", consideró que destituir a Mari Alkatiri constituiría una violación de la Constitución. "La sustitución del actual primer ministro solamente se puede hacer mediante la violación de la Constitución y las leyes vigentes", afirmó.
También el presidente del Parlamento de Timor recordó que Mari Alkatiri "todavía no terminó su mandato" y que "no se hace una sustitución en medio de un mandato". Las próximas elecciones legislativas en Timor están previstas para el primer semestre de 2007.
Francisco Guterres "Lu-Olo" insistió en que la posición de Fretilin sobre ese asunto es "muy clara". "El partido sigue defendiendo la Constitución y al actual primer ministro", aseguró. Además, recordó que en el último congreso de Fretilin, del 17 al 20 de mayo pasado, Alkatiri fue reelegido secretario general con la mayoría cualificada de los delegados. "Todos deberíamos tomar conciencia de eso", apostilló.
La dimisión de Alkatiri es una de las exigencias de los militares disidentes y también es reclamada por varios miembros de la oposición, como la mejor forma de poner fin a la crisis del país, pero el primer ministro solamente admite dejar el cargo si ese fuese el deseo de su partido.
