Actualizado: martes, 29 septiembre 2015 1:50

KUNDUZ (AFGANISTÁN), 29 Sep. (Reuters/EP) -

La toma de la localidad afgana de Kunduz, capital de la provincia homónima (norte), ha provocado la huida de decenas de civiles de la ciudad para huir de los combates, si bien la operación relámpago no ha permitido una evacuación ordenada.

La vida en la ciudad ha quedado en suspenso, con la mayoría de las tiendas cerradas y los funcionarios y miembros de Naciones Unidas evacuados del centro de la ciudad.

"Hemos entregado la ciudad a los talibán", ha dicho un empleado del organismo internacional tras dejar la ciudad. "Mi familia sigue en Kunduz. No hemos tenido tiempo para evacuarles", ha agregado.

Los talibán han izado su bandera en la plaza principal de la ciudad y han irrumpido en la prisión, liberando a cientos de milicianos que se encontraban allí, según fuentes de seguridad afganas.

Un hombre que afirma ser un miliciano ha asegurado a un residente que grababa los acontecimientos en su teléfono móvil que la ofensiva ha sido lanzada en beneficio de la población.

"Queremos ayudar a la gente. Nuestro objetivo es construir madrasas (escuelas religiosas), puentes, escuelas y carreteras. Implantar la 'sharia' (ley islámica) es nuestro único objetivo y pedimos a la gente que coopere con nosotros", ha apuntado.

Este es el segundo ataque de los talibán sobre Kunduz, defendida por fuerzas afganas sin ningún apoyo directo de las fuerzas internacionales tras la retirada el año pasado del grueso de sus tropas.

Las autoridades han enviado refuerzos de las provincias vecinas con la esperanza de evitar que la ciudad caiga completamente en manos de los talibán, en lo que sería un importante logro para el grupo insurgente ya que sería la primera capital provincial que caería en sus manos desde que fueron expulsados del poder en 2001.

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