LA HAYA (HOLANDA), 12 (EP/AP)
El ex dirigente serbio Slobodan Milosevic, fallecido ayer en su celda en la localidad holandesa de La Haya, pasó casi cinco años en un complejo penitenciario de Naciones Unidas donde contaba con una oficina privada, un entrenador de educación física y el libre acceso a la televisión serbia.
La unidad se localiza dentro de un complejo de la prisión cercana a la playa de Scheveningen, un suburbio de La Haya desde donde se trasladaba diariamente para el seguimiento de su vista.
Los 47 sospechosos que en la actualidad se encuentran allí habitan en celdas individuales de 5 por 3 metros. En las estancias existen una ducha, un baño, y un escritorio.
Todos ellos cuentan con prensa y televisión regular en holandés, alemán, belga y francés, y pueden acceder a tomar cursos de artes, idiomas o ciencias.
Los detenidos pasan la mayor parte de su tiempo fuera de sus cuartos, y comparten un gimnasio totalmente equipado, un patio exterior, una biblioteca y un cuarto de ocio con diana para jugar a los dardos, tabla de ping pong y juegos de mesa. Además, tienen acceso a un doctor personal, a ser atendidos por una enfermera y por un psiquiatra.
Milosevic, era el detenido de perfil más alto de los 161 sospechosos procesados, pero contaba con una habitación estándar, aunque disponía de una oficina especial equipada con teléfono, ordenador y archivadores.
Con regularidad, Milosevic fue visitado por su esposa, Mirjana Markovic, y otros miembros de su familia.