Trabajo Infantil.- Intervida denuncia que 218 millones de niños en todo el mundo tienen que trabajar para subsistir

Europa Press Internacional
Actualizado: lunes, 12 junio 2006 16:15

MADRID 12 Jun. (EUROPA PRESS) -

La portavoz de Fundación Intervida, Teresa Jiménez, denunció hoy, Día Internacional contra el Trabajo Infantil, que existen, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), 218 millones de niños que se ven obligados a trabajar para subsistir y destacó la necesidad de que los menores que no tienen otra salida trabajen "en las mejores condiciones posibles" y sin abandonar la escolarización.

En declaraciones a Europa Press Tv, explicó que existen muchas zonas en las que los niños, "desde muy corta edad, se ven obligados a trabajar" en fábricas, faenas del campo, venta ambulante y otras labores debido a que tienen que ayudar a su familia al estar inmersos en una situación de extrema pobreza. A su juicio, este trabajo "no tiene porqué implicar que dejen de escolarizarse".

Sin embargo, Jiménez recalcó que se habla "de explotación infantil" cuando los niños trabajan "en jornadas de 12 a 14 horas diarias", en situaciones de peligrosidad, con temperaturas extremas y un alto riesgo de accidentes. "Esto es lo que no se puede permitir y hay que actuar de forma tajante", con dureza y celeridad, apuntó.

En este sentido, señaló que, para intentar que el trabajo no les impida dejar la escuela, Fundación Intervida trabaja en dos ámbitos: proporcionando a los menores una mayor seguridad y protección laboral y poniendo a su disposición aulas e intentando de este modo "que al menos reciba una educación para que el día de mañana tenga otras opciones y un futuro mejor".

Así, Jiménez aseguró que sólo en Bangladesh, 6,5 millones de niños son explotados y, que aunque la cifra total de niños que se ven obligados a ayudar a sus familias a salir adelante "ha bajado en los últimos cinco años", aún es una cifra "muy elevada". El mayor número de menores que trabajan se concentra en la zona del sur de Asia y Pacífico, América Latina y el África Subsahariana.

Por último, Jiménez eplicó que, aunque en España no se dan casos de explotación infantil, lo que se puede hacer desde los países occidentales es "tomar iniciativas que promuevan en la sociedad un consumo más responsable" como puede ser la existencia de etiquetados que garanticen que un producto no ha sido elaborado por niños. En este sentido, concluyó que "es necesario" sensibilizar a la población para que se conciencie "de la gravedad" del problema.

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