MADRID, 28 Dic. (EUROPA PRESS) -
La decisión de la autoproclamada República de Abjasia, ubicada en el noroeste de Georgia y afín a Moscú, de trasferir un resort de la localidad de Pitsunda a Rusia ha desatado nuevamente las tensiones políticas entre el gobernante Sueño Georgiano y el opositor Movimiento Nacional Unido.
"La oposición utilizará esto sólo para agravar la situación y culpar a Sueño Georgiano de la ocupación. Dirá que la continuación de esta ocupación es culpa nuestra", ha señalado el diputado Irakli Kadagishvili de Sueño Georgiano, según ha recogido Interpress News.
La oposición culpa al partido de las acciones de Rusia, especialmente después de que el presidente de Abjasia, Aslan Bzhania, acordara con las autoridades rusas el establecimiento de una base militar de la Armada de Rusia en la región de Ochamchira, en el mar Negro.
La transferencia de terreno incluye no solo el resort, de 180 hectáreas y construido en los años 50 por el dirigente soviético Nikita Jrushchov, sino también la zona de mar adyacente y parte de la carretera para entrar al complejo.
En la víspera, la presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, condenó en la red social X la decisión y pidió a la comunidad internacional una "respuesta fuerte y urgente" ante lo que definió como una "política de anexión progresiva" por parte de Moscú.
De la misma forma, el Ministerio de Exteriores georgiano aseguró que este paso es "otro acto ilegal" que "viola flagrantemente los principios fundamentales del Derecho Internacional". "El acuerdo no tiene fuerza legal y es nulo", resaltó.
El presidente de la autoproclamada República de Abjasia, Aslan Bzhania, firmó en la víspera un proyecto de ley aprobado por el Parlamento después de que las partes acordaran el pasado 19 de enero dicha transferencia.
El expresidente georgiano Mijail Saakashvili, que lideró Movimiento Nacional Unido y que se encuentra ahora cumpliendo una condena de seis años por dos casos de abuso de poder, impuso durante sus mandatos varias reformas de acercamiento a Occidente y protagonizó una breve guerra con Rusia en 2008 que desembocó en la pérdida de las regiones de Osetia del Sur y Abjasia.
Tras acabar el conflicto, Moscú, cuyas fuerzas se impusieron, reconoció a ambas regiones separatistas como países independientes, si bien la inmensa mayoría de los países no lo han hecho.
