MADRID, 28 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un tribunal militar de Egipto ha condenado este miércoles a muerte a diez personas por cargos de terrorismo, en un juicio contra 155 acusados por su presunta pertenencia a grupos extremistas que operan en el país.
Según las informaciones recogidas por el diario local 'Al Ahram', entre los condenados figuran Hisham el Ashmawi y Shadi el Manaei, destacados yihadistas que se encuentran fugados.
El Manaei es miembro de Península del Sinaí --rama de Estado Islámico en la región--, mientras que El Ashmawi abandonó Ansar Bait al Maqdis tras jurar lealtad a los yihadistas y fundó Al Murabitún, vinculado a la organización terrorista Al Qaeda.
El tribunal ha condenado además a otras 22 personas a 25 años de cárcel, a otras cuatro a diez años de prisión, a una a siete años y a otras dos a cinco años, mientras que 83 de los acusados han sido absueltos.
Por otra parte, otro tribunal del país ha condenado a diez años de cárcel a once personas por unirse a células vinculadas con Estado Islámico.
Las condenas han sido emitidas un día después de que las autoridades del país africano ejecutaran a 15 milicianos condenados por llevar a cabo ataques que acabaron con la vida de varios agentes de las fuerzas de seguridad en la península del Sinaí.
Provincia del Sinaí ha llevado a cabo varios ataques contra las fuerzas de seguridad en los últimos meses en el norte del Sinaí y, en 2016, amplió su rango de ataques para atentar contra cristianos y otros grupos de civiles.
A finales de noviembre, un atentado contra una mezquita sufí en el norte de la península del Sinaí acabó con la vida de más de 300 personas, convirtiéndose en el ataque con más víctimas mortales registrado en la historia reciente de Egipto. La autoría del ataque ha sido atribuida a Estado Islámico aunque el grupo no lo ha reivindicado.
Días después del atentado, el presidente de Egipto, Abdelfatá al Sisi, ordenó a las Fuerzas Armadas y a las fuerzas de seguridad que pusieran en marcha una operación para pacificar la península del Sinaí y les autorizó a utilizar "toda la fuerza bruta necesaria" para lograr el objetivo.
En 2015, las autoridades de Egipto ejecutaron a seis personas por matar a dos soldados durante una operación militar en la provincia de Qalyubiah, al norte de El Cairo.
