La nueva primera ministra de Japón, Sanae Takaichi. - Europa Press/Contacto/Kento Nara
MADRID 26 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha calificado de "fantástica" a la recién nombrada primera ministra de Japón, Sanae Takaichi, que ha confirmado una conversación telefónica entre ambos, antesala de la inminente visita del mandatario estadounidense al país nipón los próximos días 27 y 28 de octubre.
"He oído cosas buenas sobre ella. Creo que va a ser fantástica", ha declarado el inquilino de la Casa Blanca a los medios en el 'Air Force One' en su viaje hacia Malasia donde tendrá lugar la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
Donald Trump ha destacado la cercana relación que tenían Takaichi y el ex primer ministro nipón Shinzo Abe --asesinado a tiros durante la campaña electoral de 2022--, al que el mandatario norteamericano ha calificado como "un gran amigo".
"Él (Shinzo Abe) la apreciaba mucho. Ella también lo apreciaba. Así que es una buena señal. Tengo muchas ganas de conocerla", ha sostenido Trump.
La ultraconservadora Takichi también ha regalado halagos al presidente de Estados Unidos con quién ha asegurado haber tenido una conversación "muy sincera". La primer ministra nipona ha agradecido su "cálido" mensaje de felicitación ante su nombramiento.
Ambos coincidirán este domingo en la cumbre de la ASEAN y Takaichi está "decidida" a "impulsar la alianza entre Japón y Estados Unidos a un nivel aún mayor" para lo que trabajará "en estrecha colaboración" tanto con Estados Unidos como con sus socios regionales en la región de Indo-Pacífico.
El Gobierno de Estados Unidos ya expresó su intención de "colaborar" con el nuevo Ejecutivo de Japón para "alcanzar (nuestros) objetivos comunes", después de que la líder del Partido Liberal Democrático (PLD) se pusieran al frente del país asiático.
Takaichi, quien previamente fue ministra del Interior y quien ha afirmado en varias ocasiones que su inspiración a nivel político es la ex primera ministra Margaret Thatcher, ha definido su relación con Estados Unidos como una "piedra angular" de la diplomacia japonesa y de sus políticas de seguridad.