MADRID, 13 Ene. (EUROPA PRESS) -
Amnistía Internacional (AI) ha pedido a las autoridades tunecinas que aceleren el proceso de reformas en materia de Derechos Humanos en el país, cuando se cumple un año del derrocamiento del ex presidente Zine al Abidine ben Alí, y que pongan remedio inmediatamente a la impunidad de la que siguen gozando los responsables de la represión cometida durante las manifestaciones, a quienes se acusa de seguir perpetrando abusos tras el cambio de régimen.
AI entiende que el Gobierno en funciones todavía no ha implantado la reforma integral a favor de los Derechos Humanos que prometió el año pasado, a pesar de los avances registrados en los últimos doce meses, entre ellos la firma de adhesión al Tribunal Penal Internacional (TPI).
"Vemos señales positivas", reconoció la subdirectora de AI para Oriente Próximo y Norte de África, Hassiba Hadj Sahraoui, "pero para muchos tunecinos el ritmo del cambio ha sido demasiado lento".
Por ejemplo, la organización denuncia la impunidad casi total de la que han gozado las fuerzas de seguridad del país tras la violenta represión que entre diciembre de 2010 y enero de 2011 se cobró la vida de al menos 300 personas y dejó otros 700 heridos.
A pesar de la disolución del Departamento de Seguridad del Estado, el temido órgano policial directamente responsable de ordenar la represión de los manifestantes, se cree que muchos de sus responsables se han terminado integrando en las fuerzas regulares de la Policía, que permanecen "opacas y libres de responsabilidad".
La comisión oficial encargada de investigar estos hechos todavía no se ha pronunciado todavía y varias familias consultadas por la ONG aseguran que muchos de los presuntos responsables directos de la represión han sido ascendidos en los últimos meses. Además, Amnistía denuncia varios incidentes tras la caída de Ben Alí en los que se tiene constancia de que las fuerzas de seguridad han reprimido violentamente nuevas manifestaciones y sentadas.
La ONG pide, en este sentido, que las autoridades realicen para este año una "revisión radical" de la estructura de seguridad, tarea a la que deben conceder la máxima prioridad.
Amnistía considera esencial que se ratifique lo antes posible de la nueva Constitución del país, que garantice los derechos fundamentales, la independencia del poder Judicial y el principio de no discriminación. "Hasta que no veamos una nueva carta magna, es demasiado pronto para constatar si ha existido realmente una voluntad política para el cambio de los Derechos Humanos".
PASOS POSITIVOS
Entre las medidas más beneficiosas, destaca la decisión de las autoridades tunecinas de suscribirse a importantes tratados internacionales en 2011, comenzando por la adhesión al TPI.
Las nuevas autoridades también han retirado todas sus objeciones a la Convención para la Eliminación a Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, si bien muchas tunecinas denuncian prácticas de discriminación a la hora de incorporarse a la política nacional, dominada mayoritariamente por hombres.
AI también reconoce avances positivos como la liberación de presos políticos y el fin de las prácticas de abuso contra los presos de conciencia. Sin embargo, la ONG lamenta que no todavía no se ha desarrollado un programa de rehabilitación social para los excarcelados, que tampoco han recibido indemnizaciones del Estado.
