Actualizado: martes, 4 octubre 2016 3:33

MADRID, 4 Oct. (EUROPA PRESS) -

Un tribunal de Túnez ha condenado a 31 personas a pena de muerte por su papel en el ataque ejecutado en 2014 contra la vivienda del entonces ministro del Interior, Lotfi Ben Jeddou.

El ataque, cuya autoría fue reclamada por Al Qaeda, se saldó con la muerte de cuatro agentes que custodiaban la vivienda, en la que no se encontraba Ben Jeddou.

El portavoz del tribunal de primera instancia Sofiane Seliti ha detallado que los 31 condenados se encuentran fugados, y algunos de ellos podrían estar muertos, si bien este extremo no está confirmado.

Entre los sentenciados a muerte se encuentran Saif Alá Benhasine, alias 'Abu Iyadh', líder de la organización yihadista Ansar al Sharia, así como Lokmen Abu Sajr, Murad Gharsalli y Habib Hayi, otros altos cargos del grupo.

Benhasine, hombre cercano al antiguo líder de Al Qaeda Usama bin Laden y fundador de Ansar al Sharia, habría muerto en Libia en junio de 2015, si bien no hay confirmación oficial.

Por otra parte, siete personas que sí se encuentran detenidas por su relación con el caso han sido sentenciadas a diez años de cárcel, mientras que otra ha sido condenada a un año de prisión, tal y como han recogido los medios locales.

El Gobierno de Túnez aprobó en julio una nueva legislación antiterrorista que contempla la pena de muerte, a pesar de las condenas por parte de numerosas organizaciones pro Derechos Humanos.

El Ejecutivo ha prorrogado recientemente el estado de emergencia, instaurado a raíz de un atentado cometido en noviembre de 2015 en la capital del país norteafricano por el grupo yihadista Estado Islámico.

El actual estado de emergencia entró en vigor en noviembre de 2015, después de que doce personas perdiesen la vida en un atentado contra la Guardia Presidencial. Esta medida excepcional amplía las competencias de las fuerzas tunecinas y limita ciertas libertades en aras de la seguridad.

Desde el levantamiento de 2011 contra el presidente Zine el Abidine ben Alí, la democracia tunecina ha sido vista como un modelo para la región, pero los milicianos islamistas son uno de los mayores retos para el nuevo primer ministro, Yusef Chahed, quien asumió el cargo el 5 de septiembre.

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