ESTAMBUL (TURQUIA), 21 Feb. (del corresponsal de EUROPA PRESS, Ildefonso González) -
El alcalde de Estambul, Kadir Topbas, atribuyó a un horno el derrumbamiento de un edificio anoche en el distrito de Zeytinburnu. En su opinión, el horno de una vieja panadería situada en los bajos del inmueble de apartamentos habría debilitado su estructura y causado el desplome, que terminó con la vida de dos personas e hirió a otras 28.
Asimismo, desmintió que el edificio formase parte de una lista de 16.000 inmuebles de Zeytinburnu considerados por las autoridades como inseguros después del terremoto que sacudió Turquía en 1999 y que dejó cerca de 20.000 muertos.
El bloque de cinco plantas, situado en el barrio de Cirpici (en el sur de la orilla europea de Estambul), se vino abajo pasada la medianoche. Poco después, los equipos de búsqueda consiguieron rescatar con vida a una mujer, pero ésta falleció en el hospital a consecuencia de la gravedad de sus heridas. Ya hacia las 5:00 horas (las 4:00 en la España peninsular), extrajeron de los escombros los restos mortales de otra fémina.
Sin embargo, también se han vivido escenas de alegría. Una niña de siete años con el rostro cubierto de polvo fue dada por muerta pero, al llegar al hospital, los doctores descubrieron que seguía con vida, aunque su estado es muy grave, señaló el gobernador de Estambul, Muammer Güler.
Las consecuencias podrían haber sido mucho peores si no hubiera sido por el personal de una tetería situada a pie de calle que vio cómo el edificio entero de balanceaba. "Alertó a los inquilinos gritando y lanzando piedras contra las ventanas", explicó el alcalde de Estambul.
