MADRID, 26 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Turquía ha anunciado este lunes que podría incrementar sus importaciones de crudo iraní hasta los 130.000 ó 140.000 barriles al día una vez que Occidente relaje sus sanciones contra Irán, tal y como ha sido acordado durante el fin de semana por el Grupo 5+1 --integrado por Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania-- y Teherán.
"Ya hemos reducido nuestras importaciones a los 105.000 barriles por día a causa de las sanciones. Una vez que éstas no sean efectivas, aumentará la cantidad de crudo (iraní) que compremos", ha dicho el ministro de Energía turco, Taner Yildiz.
"Pese a que no es posible llegar a los niveles previos de importación, creo que nuestras compras ascenderán hasta los 130.000 ó 140.000 barriles al día", ha dicho, antes de resaltar que Turquía compra gas natural a cinco países y petróleo a otros doce, según ha informado el diario turco 'Hurriyet'.
En base al acuerdo alcanzado, Irán ha obtenido el reconocimiento a su derecho a enriquecer uranio para fines pacíficos, la suspensión de "ciertas sanciones" referentes al oro y a los metales preciosos, al sector automovilístico y a las exportaciones petroquímicas y se permitirá la adquisición de petróleo iraní aunque todavía de forma limitada, entre otros. Tampoco se impondrán nuevas sanciones contra Irán por su programa nuclear en los próximos seis meses si Teherán cumple con sus compromisos.
Asimismo, se ha comprometido entre otros a detener el enriquecimiento de uranio por encima del 5 por ciento y a desmantelar las conexiones técnicas necesarias para enriquecer uranio por encima de este porcentaje, así como a neutralizar su almacén de uranio enriquecido cerca del 20 por ciento, diluirlo hasta por debajo del 5 por ciento o convertirlo a una forma no apta para el mayor enriquecimiento.
Por último, se ha comprometido a detener el avance de su capacidad de enriquecimiento de uranio, comprometiéndose a no instalar nuevas centrifugadoras de ningún tipo, a dejar inoperativa la mitad de las centrifugadoras en la central nuclear de Natanz y tres cuartas partes de las instaladas en Fordow y a detener cualquier tipo de actividad en el reactor de agua pesada en Arak. Teherán también se compromete a dar acceso a los inspectores de la AIEA.