ESTAMBUL (TURQUIA), 2 Feb. (del corresponsal de EUROPA PRESS, Ildefonso González) -
El asesino confeso del periodista turco de origen armenio Hrant Dink fue tratado como un héroe por las autoridades locales en el momento de su detención en la provincia norteña de Samsun el pasado 20 de enero, un día después de cometer el crimen.
En un vídeo difundido ayer por la cadena de televisión TGRT, del que se hace eco hoy toda la prensa de Turquía, Ogün Samast posa ante las cámaras con semblante serio, una bandera nacional entre las manos y varios agentes de seguridad a su vera que se disponen a peinarse para salir más favorecidos.
Entre ellos figura el jefe del Departamento de Seguridad de la Policía de Samsun, Yakup Kurtaran, y varios sargentos de la Gendarmería, según el diario 'Sabah', que añade que el fiscal de Samsun ya ha ordenado que se abra una investigación sobre el escándalo.
Detrás del adolescente hay un cartel con una de las célebres frases del fundador de la Turquía moderna, Mustafá Kemal Atatürk: "El suelo nacional es sagrado y no puede ser abandonado". Las imágenes habrían sido grabadas en la comisaría de Policía a la que fue conducido Samast inmediatamente después de ser arrestado en la estación de autobuses de Samsun, esto es, la madrugada del día 21, tal y como aparece en la margen inferior derecha del vídeo.
Casi todos los periódicos turcos recogían las instantáneas en sus portadas de hoy. El editor jefe del diario de izquierdas 'Radikal', Ismet Berkan, opinó que el vídeo demuestra que "los asesinos de Hrant Dink no estaban solos y que sus partidarios estaban infiltrados en el Estado y la Policía". En su opinión, la difusión de estas imágenes es incluso "algo peor" que el crimen en sí.
Ogün Samast, un joven de 17 años originario de la provincia de Trebisonda (noreste del país) fue detenido después de que su propio padre informara a las autoridades de que era su hijo el que aparecía en las imágenes grabadas por una cámara de seguridad próxima al lugar del crimen en Estambul.
Sin embargo, las investigaciones han revelado que Samast no actuó solo, sino que éste era únicamente el brazo ejecutor de una organización criminal supuestamente ultranacionalista. De momento, hay casi una decena de detenidos, entre ellos los presuntos instigadores del asesinato: Yasin Hayal, condenado por colocar una bomba en un McDonalds en 2004 y Erhan Tuncel, que era además informador de la Policía.
Hrant Dink, de 52 años, era director de la revista 'Agos', desde cuyas páginas había denunciado el genocidio cometido por el Ejército otomano contra el pueblo armenio durante la I Guerra Mundial. Por ello, había recibido amenazas de muerte y fue incluso juzgado en virtud del polémico artículo 301 del Código Penal, que establece penas de cárcel para quien insulte la "identidad turca".
