ANKARA, 11 Jun. (EP/AP) -
Los funerales de los tres militares turcos muertos el sábado en un atentado con bomba presuntamente perpetrado por la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) se convirtió en una protesta contra el Gobierno, al que pidieron su dimisión.
Un mayor, un teniente coronel y un soldado raso fallecieron en el atentado, perpetrado en la provincia de Sirnak, y fueron enterrados hoy en funerales separados en Estambul, Ankara y Manisa.
Miles de personas acudieron a las ceremonias con banderas turcas, gritando consignas contra el Gobierno y abucheando a los ministros y representantes gubernamentales presentes en claro contraste con los aplausos recibidos por los militares.
En Ankara, unas 10.000 personas acudieron a la principal mezquita de la ciudad para participar en el funeral por el mayor Ramazan Armutcuoglu y corearon gritos como 'Gobierno, dimite a la llegada de una delegación ministerial encabezada por el ministro de Asuntos Exteriores, Abdulá Gul. La Policía tuvo que intervenir para que un grupo de manifestantes se aproximara al ministro de Comercio, Kursad Tuzmen.
En Manisa, los manifestantes abuchearon al presidente del Parlamento turco, el también islamista moderado Bulent Arinc y corearon consignas contra Estados Unidos, los líderes kurdos iraquíes y contra el PKK.
Las guerrillas incrementaron recientemente sus ataques y cada vez parece mayor la insatisfacción entre los turcos por el creciente número de bajas en ataques de milicianos kurdos que podrían estar operando desde el norte de Irak.
