BAGDAD, 23 Oct. (EP/AP) -
El ministro turco de Exteriores, Ali Babacan, llegó esta mañana a Bagdad para reunirse con su homólogo iraquí, Hoshyar Zebari, y el presidente de este país, Yalal Talabani, ambos kurdos, para intentar resolver la crisis que se ha desatado en la frontera y presionar al Gobierno de este país para que ataque las bases rebeldes en el norte.
La agitada actividad diplomática tiene lugar al mismo tiempo que el Ejército turco se prepara en la frontera con el Kurdistán iraquí a la espera de recibir órdenes para atacar el norte de Irak y destruir las bases del grupo rebelde Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que anunció ayer haber secuestrado a ocho soldados.
"Ahora mismo, estos soldados son los rehenes de nuestras fuerzas", señaló el portavoz del PKK, Bahoz Erdal, quien también aseguró que "su estado de salud es bueno", aunque uno de ellos, que resultó "herido leve", está "siendo atendido por los médicos".
Asimismo, tranquilizó a las familias de los soldados en cuanto al futuro de los militares, indicando que los rebeldes no les han hecho daño y que no tienen intención de hacérselo.
De este modo, se espera que Babacan, quien ayer anunció que agotarán todas las vías diplomáticas antes de hacer cualquier incursión militar, presione hoy al Gobierno iraquí para que destruya las bases del grupo en las montañas de la región autónoma del Kurdistán. Tanto Talabani como Zebari han condenado los actos del PKK contra las tropas kurdas.
