ROMA, 4 Oct. (EUROPA PRESS) -
El ministro italiano del Interior, Giuliano Amato, declaró hoy ante el Senado que el secuestro perpertrado ayer por un joven turco de un avión que cubría la ruta entre Tirana y Estambul no debería haber empeorado la seguridad en el próximo viaje del Papa Benedicto XVI a Turquía, según informaron los medios de comunicación italianos.
"Todos teníamos en mente la visita del Papa a Turquía de la próxima semana", reconoció el ministro. En todo caso, "en relación con esa visita, que ciertamente presentará delicados problemas de seguridad, es difícil ver en este episodio nada que agrave estos problemas de seguridad", añadió en una sesión del Senado dedicada al desvío hacia Brindisi de un Boeing 737 de Turkish Airlines con 113 personas a bordo.
Según Amato, el secuestro del avión "ha dejado ver el buen funcionamiento de nuestro sistema de prevención y seguridad". El incidente concluyó con la entrega del secuestrador y la liberación, sanos y salvos, de los pasajeros y de los miembros de la tripulación.
Giuliano Amato aseguró también que el pirata aéreo, un joven turco llamado Hakan Ekinci, "dijo que quería hacer llegar una carta al Papa, pero no se le encontró en posesión de ninguna carta dirigida al Santo Padre". El objetivo de la carta sería expresar el temor por su seguridad tras convertirse al cristianismo y para mostrar su deseo de pedir asilo político en Italia.
El pasado 30 de agosto, según el ministro, Ekinci publicó un 'blog' por Internet "en el que aseguraba que estaba discriminado por su pertenencia a la religión cristiana y pedía la intervención del Papa porque temía que Albania, donde se encontraba, lo entregara a Turquía". El joven turco declaró ayer a las autoridades policiales que lo interrogaron, según Amato, que "había abrazado la fe cristiana y por ello temía por su vida en Turquía".
Por su parte, el viceministro de Interior, Marco Minniti, afirmó ante la Cámara de los Diputados que "el sistema de seguridad funcionó", al tiempo que precisó que Ekinci ya tenía "antecedentes penales por su negativa a alistarse", y que el pasado 7 de mayo "pidió asilo político a Albania".
Minniti recordó también que todavía se está investigando a tres pasajeros del vuelo, ya que es posible que tuviera algún cómplice. Al parecer, según Minniti, Hakan Ekinci amenazó con hacerse explosionar cuando consiguió entrar en la cabina de pilotos.
Ekinci se encuentra en prisión desde las 6.30 horas de esta mañana, mientras que los pasajeros del Boeing 737 ya han aterrizado en Estambul. A su llegada los pasajeros han sido interrogados por la Policía turca, según informan agencias del país.
