ESTAMBUL (TURQUÍA), 28 (EUROPA PRESS/Ildefonso González)
El ministro turco de Asuntos Exteriores en funciones, Abdulá Gül, será elegido undécimo presidente de la República en la tercera votación parlamentaria, que tendrá lugar hoy y en la que sólo necesitará el apoyo de una mayoría absoluta, esto es, 276 diputados. Las futuras relaciones entre Gül como jefe de Estado y el Ejército, que se ha opuesto a su nombramiento, constituyen la principal incógnita en estos momentos.
Las dos primeras rondas, en las que el ministro precisaba una mayoría de dos tercios (367 parlamentarios), fueron un mero trámite de cara a la votación de mañana, que comenzará a las 15.00 --hora local-- (una hora menos en la España peninsular). El pasado lunes, Gül se quedó a 26 apoyos de ser nombrado presidente, mientras que cuatro días después le faltaron 30.
Sin embargo, lo de hoy será un 'paseo', ya que su formación, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), cuenta con 341 escaños de los 550 que componen el hemiciclo salido de las elecciones legislativas anticipadas del pasado 22 de julio, en las que los islamistas moderados consiguieron una arrolladora victoria con casi el 47% de los sufragios. De hecho, los preparativos para la toma de posesión de Gül como presidente ya están listos.
Los otros dos aspirantes al cargo, los diputados Sabahattin Cakmakoglu y Tayfun Icli, de los partidos de Acción Nacionalista (MHP, ultranacionalista) y de la Izquierda Democrática (DSP, socialdemócrata), apenas han sumado más de 80 votos en cada votación.
El que no ha presentado ningún candidato ni ha asistido a las distintas rondas del proceso electoral ha sido el Partido Republicano del Pueblo (CHP, nacionalista y laico), cuyo líder, el septuagenario Deniz Baykal, ha explotado reiteradamente el miedo a que el AKP ponga en marcha una agenda oculta para islamizar Turquía cuando controle todos los resortes del poder.
El CHP, apoyo por el Ejército y el Tribunal Constitucional, organismos que representan el 'establishment' laico en Turquía, consiguió boicotear los comicios presidenciales que se debían desarrollar la pasada primavera gracias a su estrategia de no participar en las votaciones e impedir así que hubiera quórum en la Cámara (la presencia de al menos dos tercios de los diputados). Sin embargo, ésta vez se quedó sólo en su denuncia, ya que el resto de grupos parlamentarios e incluso los diputados independientes, la mayoría de ellos prokurdos, han acudido y votado en las diferentes sesiones.