MOSCU, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -
La petición de la futura primera ministra ucraniana, Julia Timoshenko, de una revisión de los acuerdos del gas alcanzados a comienzos de año con Rusia ha sido respondida por el gigante estatal Gazprom con la advertencia de que este tipo de actitudes pueden reabrir la crisis energética entre ambos países.
Según un portavoz de la compañía, Sergei Kupriyanov, citado por la agencia Ria Novosti, las palabras de Timoshenko suponen una "alarmante señal" para Europa y "una amenaza que podría conducir a una nueva crisis del gas".
Timoshenko, que asumirá el cargo de primera ministra al frente de un Gobierno de coalición, aseguró esta mañana que "todos los acuerdos sobre suministro de gas a Ucrania requieren una profunda revisión, además del establecimento de nuevas formas de relación amistosa y contractual con Rusia y Turkmenistán", el país que suministran gas a Ucrania.
"Pensamos que las palabras de Timoshenko muestran de nuevo que Ucrania es lamentablemente el eslabón débil en la cadena de suministro de gas ruso a Europa", afirmó el portavoz de la compañía estatal, que trabaja con empresas alemanas en la construcción de un oleoducto en el Norte de continente.
La prensa rusa llama a Timoshenko "princesa del gas" y destaca de ella la fortuna amasada gracias precisamente al negocio del gas natural. La futura primera ministro y aliada de Victor Yushenko en el reciente movimiento popular en el país ha repetido sus críticas al acuerdo gasístico con Rusia.
La decisión de Moscú de subir el precio del gas ruso llegado a Ucrania provocó en un primer momento un corte del suministro y acusaciones a las autoridades de Kiev de haber sifoneado los gasoductos. La disputa, que repercutió en la llegada del combustible a Europa, se zanjó con un acuerdo en el que Ucrania recibiría gas más barato a través de una nueva 'joint venture' que mezclara gas ruso y turcomano.
En concreto, Ucrania acordó pagar 95 dólares (75 euros) por cada mil metros cúbicos de gas suministrado por la empresa RosUkrEnergo, una sociedad conjunta entre Gazprom y el hólding Centragas, cuya estructura accionarial se desconoce. La opacidad de este hólding, en el que participan compañías europeas, ha generado críticas.
Antes de la crisis, Ucrania pagaba 50 dólares (40 euros) por mil metros cúbicos de gas. El acuerdo incluye una cláusula de renegociación el 1 de julio, pese a que la estatal ucraniana Naftogaz argumenta que, pese a esta revisión, el acuerdo es válido por cinco años.
