LUXEMBURGO 27 Abr. (EEUROPA PRESS) -
La Agencia Europea de Control de Fronteras Exteriores (Frontex) se encargará de coordinar los vuelos de repatriación conjuntos y aportar la asistencia necesaria, según el acuerdo alcanzado hoy por los ministros de Interior de la Unión Europea (UE) en Luxemburgo, que resaltan el "buen resultado" que ha tenido el sistema de que sea un sólo Estado miembro el que organice el vuelo chárter y dirija toda la operación y, por tanto, proponen seguir aplicando este principio.
Los Veinticinco subrayan que las operaciones conjuntas de repatriación deberían realizarse "con pleno respeto a los Derechos Humanos y la dignidad de la persona, conforme al artículo 6 del Tratado de la Unión Europea".
Para que la Agencia pueda ejercer esta labor de coordinación, deberá tener acceso a la red de información y coordinación Ico-Net, que une a través de internet los servicios de los distintos países miembros encargados de la gestión de flujos migratorios, y utilizar este sistema como plataforma de comunicación con los Estados.
Los ministros consideran igualmente importante que los oficiales de enlace, los miembros de las representaciones diplomáticas y consulares de los Estados miembros afectados y los de los países de destino participen en la organización y ejecución de las operaciones de repatriación, participación que, según el Consejo, debería reforzarse.
Indican también que las operaciones serían más eficaces si se definieran "normas comunes" en materia de formación y organización de cursos para los funcionarios encargados de las mismas y que las normas nacionales podrían servir de base para el desarrollo posterior de esta actividades.
Los titulares de Interior reclaman, asimismo, aumentar el número de vuelos conjuntos para poner de manifiesto la determinación de la UE de llevar a cabo las operaciones conjuntas de repatriación, lo que, a su juicio, permitirá hacer un uso más racional de los recursos y aumentar el nivel de repatriaciones desde los Estados miembros.
El Consejo anima en concreto a los Estados miembros y a la Agencia a definir las modalidades prácticas de su colaboración para organizar y poner en marcha los vuelos basándose para ello en la experiencia adquirida. Además, pide a la Agencia elaborar, consultando para ello a los países, modelos comunes de formación para los funcionarios encargados de las operaciones de repatriación y labores de escolta.