UE.- Borrell cree que hay un "estado de ánimo" que considera incompatible el proyecto europeo con el bienestar social

Actualizado: viernes, 5 mayo 2006 17:22

El presidente de la Eurocámara considera que Europa es "más necesaria que nunca" frente a la bipolaridad EEUU-China

MADRID, 5 May. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, afirmó hoy que existe "un estado de ánimo" entre la población europea según el cual en la Europa que se está construyendo prima más el interés económico y "los beneficios del capital", que el mantenimiento del Estado de bienestar, lo cual está dificultando la consolidación del proyecto europeo en un momento en que éste es "más necesario que nunca" para servir de equilibrio en medio de la "nueva bipolaridad" a la que se dirige el mundo protagonizada por Estados Unidos y China.

"Montesquieu no ha pasado por Bruselas ni se le espera", declaró Borrell en Madrid durante el acto de entrega del Premio Nueva Economía Fórum 2006, concedido a la Eurocámara en la persona de su presidente.

El galardón, tal como reza en el diploma, supone un reconocimiento "al especial papel que la institución ha desarrollado y desempeña en la construcción europea, en la cohesión social y en la integración de los Estados miembros, en la ampliación de los derechos y libertades de sus ciudadanos y, en definitiva, en la reflexión, el debate y la definición del futuro modelo político, económico y social de Europa".

Según Borrell, la actual maquinaria europea es "una democracia supranacional, un invento original en la historia de la vida política de los países", en la que "nada es exactamente lo que se dice ser". "La Comisión es en parte un Gobierno pero también un ente judicial y un ente legislativo, lo que llamamos Consejo de Ministros o Consejo Europeo en realidad es un Senado y el Parlamento no tiene todos los poderes que tiene un Parlamento, en particular no tiene el poder de imponer impuestos", explicó.

Por ello, "es necesario dar más tiempo al tiempo para que esta Europa que no cesa de ampliarse sea también inteligible", afirmó. No obstante, en este proceso hacia la comprensión de un proyecto "que empezó siendo algo muy distinto de lo que actualmente es, hemos tropezado con algunas piedras", sobre todo relacionadas con el 'impasse' que se vive tras el rechazo en los referendos de Países Bajos y Francia del proyecto de Constitución.

El Consejo Europeo de julio de 2005 "decretó un año de reflexión que acaba ahora" y después de un año de debates y reflexiones en toda Europa "nadie sabe muy bien" cuáles serán sus resultados, declaró Borrell, quien se mostró pesimista respecto a que se llegue a "un consenso mínimamente sólido" en el Consejo Europeo del próximo mes de julio.

EL PROYECTO EUROPEO

"Mientras tanto el mundo no nos espera, ni China ni India van a dejar de crecer porque los europeos no hayamos resuelto nuestros problemas institucionales, y los países que están esperando a la puerta porque quieren entrar tampoco van a aceptar que esperamos a arreglar nuestra casa para poder entrar en ella", advirtió.

"Por tanto, es urgente definir para qué estamos unidos, qué queremos hacer a través de nuestra unión, qué papel queremos jugar en el mundo y de qué manera queremos hacer compatible el crecimiento económico, la prosperidad económica y la cohesión social" para conseguir "la riqueza material en una sociedad justa donde los ciudadanos se sientan parte de un proyecto", prosiguió el presidente de la Eurocámara. En este sentido, Borrell afirmó que existe el temor en Europa de que "el proyecto europeo no esté ayudando a ello".

"Buena parte del no francés se justifica por el sentimiento de que la Europa que se está construyendo es una Europa en la que prima más el factor competitividad, el factor liberalización, la primacía al desarrollo empresarial, a los beneficios del capital, que al mantenimiento de los estados de bienestar acuñados durante los años gloriosos que siguieron a la posguerra", añadió. "No se sabe bien qué quiere decir" la Europa social, "pero representa un estado de ánimo de parte de la población, con razón o sin ella", agregó.

Todo ello ocurre cuando, a su juicio, "el proyecto europeo es hoy más necesario que nunca". "El mundo en que vivimos es un mundo donde nos dirigimos hacia una nueva bipolaridad protagonizada por Estados Unidos y por China, la gran potencia militar occidental y la emergente potencia económica oriental, económica por el momento, militar pronto", continuó.

A su juicio, "sólo Europa puede equilibrar esta nueva bipolaridad". "Queremos un mundo multipolar, pero para que sea multipolar debe haber una multitud de polos y de momento sólo aparecen dos", advirtió. "Europa está muy situada para hacerlo, si quiere, y para fomentar que otros lo hagan también, como América Latina", añadió Borrell, quien expresó su esperanza de que en la cumbre UE-Latinoamérica que se celebrará la próxima semana en Viena "Europa se dé cuenta de que América Latina existe".

"PARTICIPACIÓN DE LOS CIUDADANOS"

Durante la entrega de los premios, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, afirmó que Borrell es "uno de los políticos de mayor prestigio y experiencia en nuestro país", cuya vida "está presidida por una clarísima vocación de servicio a los ciudadanos y por una defensa del interés general de España".

"Es esa vocación de servir a la ciudaaníoa la que le impulsa desde la presidencia del Parlamento Europo a promover la participación de los ciudadanos", añadió.

Por su parte, la ministra de Educación, Mercedes Cabrera, destacó que Europa es "punto de encuentro de sociedades multiculturales y plurilingües, fruto de su historia", y que "la diversidad de los valores que encierran sus sistemas educativos la han enriquecido y reforzado".

"Esta diversidad ha provocado una necesidad especial de comunicación entre sus pueblos, así como de comprensión y respeto mutuos", afirmó. En este sentido, el Parlamento Europeo ha contribuido, al igual que las restantes instituciones europeas, "a la tarea de común de preservar y difundir los valores éticos y humanísticos que constituyen el sustrato de nuestra civilización occidental", concluyó.