BRUSELAS, 8 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Eurocámara, Josep Borrell, pidió hoy que termine el periodo de reflexión iniciado hace un año a raíz del 'no' de Francia y Países Bajos al Tratado constitucional, y que se inicie una etapa de propuestas para sacar a la Unión Europea de su actual 'impasse'. Borrell rechazó así, sin nombrarlo, la postura del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, que defiende mantener en suspenso la Constitución al menos hasta 2007, y centrarse en las políticas concretas para recuperar la confianza de los ciudadanos.
Borrell abrió un encuentro parlamentario sobre el futuro de Europa, organizado conjuntamente con el Parlamento austriaco, que durará hasta el martes, y en el que participan eurodiputados y representantes de los Parlamentos nacionales. Su objetivo es presentar contribuciones a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de los Veinticinco del 15 y 16 de junio, durante la cual se analizarán las primeras conclusiones del proceso de reflexión.
"Europa se pregunta hoy cuál es el camino que nos debe permitir salir del no de Francia y Países Bajos y del 'impasse' en que nos encontramos", afirmó Borrell, que reconoció que no es fácil dar respuesta a estas preguntas.
En todo caso, el presidente de la Eurocámara rechazó expresamente la propuesta de la Comisión de aparcar el Tratado constitucional hasta que haya más consenso, y centrarse en el desarrollo de "políticas sectoriales concretas". "Sería como si, no teniendo un gran proyecto para Europa, nos contentásemos con la Europa de los proyectos", apuntó Borrell en referencia a la expresión que usa el equipo de Barroso. "Pero no es posible tener buenas políticas si no tenemos buenas instituciones", insistió.
Apuntó que para la Eurocámara, el actual tratado de Niza "no constituye una base para permitir que el proceso de integración continúe de forma eficaz", y de no reformarse sería imposible realizar más ampliaciones aparte de la de Rumania y Bulgaria. Y subrayó que la mayoría de países han ratificado la Constitución Europea: este martes lo hará Estonia, y Finlandia lo ha anunciado también para el próximo semestre.
A su juicio, el año de "reflexión y escucha" que se ha tomado la UE tras el 'no' de Francia y Países Bajos ha sido "bueno y necesario", pero ha llegado el momento de que los responsables políticos hagan propuestas.
"Todos tememos que el periodo de reflexión se eternice, y el mundo no se va a parar para esperar a que los europeos resolvamos nuestros problemas. ¿Cuánto tiempo podremos seguir así en un mundo que cambia cada vez más deprisa?", afirmó.
"CRECIENTE INQUIETUD"
Borrell indicó que el contexto actual está "dominado por una creciente inquietud" entre la población causada por la globalización, la competencia internacional, la inmigración o las amenazas al sistema de protección social. Este malestar fue "infravalorado" por los líderes políticos, y ese es otro de los factores que, en su opinión, explica el rechazo francés y holandés. A la clase política le corresponde ahora "reactivar la construcción europea y devolver la confianza a los ciudadanos".
En todo caso, defendió que la construcción europea ya no puede ser la "obra de una minoría" frente a una opinión pública "indiferente". "Hoy ya no es posible, ni siquiera tolerable, que la construcción europea sea el resultado de minoría ilustrada si gran mayoría no apoya el proyecto", afirmó.
Los parlamentarios europeos y nacionales debatirán en cuatro grupos de trabajo sobre el papel de Europa en el mundo y sus fronteras; la globalización y el modelo social europeo; los problemas de justicia e interior; y el presupuesto de la UE.
Por parte española participan los diputados Manuel Huertas y Soraya Rodríguez, del PSOE; Roberto Soravilla, del PP; y Rosa Bonás, de ERC; así como los senadores Carles Gasòliba (CiU) y Ramón Españasa (PSE). Completan la delegación Manuel Delgado-Iribarren, asesor jurídico, y Carmen Domínguez, secretaria.
También asisten los eurodiputados del PP Salvador Garriga, Jame Mayor Oreja, Iñigo Méndez de Vigo y José Ignacio Salafranca; el socialista Carlos Carnero; y el convergente Ignasi Guardans.
