ESTRASBURGO (FRANCIA), 19 Ene. (EUROPA PRESS) -
El pleno del Parlamento Europeo (PE) ha dado luz verde a un informe que modifica el Reglamento de la Eurocámara para mejorar el código de conducta aplicable a los diputados durante las sesiones parlamentarias cuya principal novedad es que la decisión de aplicar o no una sanción recaerá sobre el presidente del PE y no sobre el pleno.
Borrell tendrá así nuevos poderes, al ser la única persona encargada de decidir cuándo se debe aplicar una sanción, dado que la reforma acordada atribuye "únicamente" al presidente de la Eurocámara en caso de que se produzcan desórdenes "excepcionalmente graves" en el hemiciclo. Hasta ahora, para suspender a un diputado se necesitaba el voto de reprobación del pleno.
Las sanciones podrán ir desde una amonestación hasta la retirada de un mandato o de los mandatos electivos ocupados en el Parlamento hasta la pérdida del derecho a las dietas, pasando por la suspensión temporal de la participación en las actividades del pleno, incluído el ejercicio del derecho de voto.
La reforma, que entrará en vigor el primer día de la sesión plenaria que sigue a la adopción del texto, en este caso el 1 de febrero de 2006, persigue adaptar la actual normativa a los recientes casos de alteración del orden y establecer bajo qué circunstancias se deberán imponer sanciones y quien está capacitado para hacerlo.
Las mismas reglas del hemiciclo se aplicarán a las comisiones parlamentarias y a las reuniones de las delegaciones, donde los presidentes correspondientes serán los encargados de decidir al respecto.
