Cree que la reestructuración del sector bancario aumentará la presión a la baja sobre los precios de la vivienda
BRUSELAS, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea ha avisado este miércoles de las "dificultades" a las que se enfrentará el banco malo (Sareb) -cuya puesta en marcha ha exigido la UE a cambio del rescate bancario- para vender sus viviendas. El motivo es la competencia de las entidades que no han recibido ayudas públicas, que también quieren desprenderse de su cartera inmobiliaria y que pueden ofrecer financiación.
"De cara al futuro, la Sareb se enfrentará a retos importantes a la hora de cumplir sus tareas", señala el Ejecutivo comunitario en su informe sobre el grado de cumplimiento por parte de España de las condiciones del rescate bancario.
En primer lugar, las autoridades deberán realizar "grandes esfuerzos" para poner en marcha la entidad "en un plazo corto", ya que la Sareb debe estar operativa el 1 de diciembre y su creación exige "procesos largos y complejos".
"La disponibilidad de financiación en condiciones y términos adecuados para los posibles compradores de activos propiedad de la Sareb será una condición clave para que las ventas tengan éxito", subraya el informe.
"Los bancos españoles serán muy probablemente fuertes rivales de la Sareb ya que la mayoría de bancos están también desinvirtiendo grandes carteras inmobiliarias. Es más, los bancos españoles están ofreciendo condiciones de financiación ventajosas a los compradores de activos inmobiliarios", señala Bruselas.
"A menos que la Sareb sea capaz de ofrecer condiciones de financiación similares a sus clientes a través de acuerdos de financiación con bancos, tendrá más dificultades para vender sus activos", alerta el informe.
Hasta que la Sareb desarrolle plenamente su capacidad operativa, los activos seguirán siendo gestionados por los bancos que los transfieren, y el Ejecutivo comunitario plantea que es necesario crear los "incentivos correctos" para que estas entidades se esfuercen en obtener el máximo valor de las viviendas.
Finalmente, la Comisión cree que "las incertidumbres que rodean a la economía española pueden influir las decisiones de los posibles inversores. Hasta que haya signos de estabilización, el miedo a un mayor deterioro de la economía podría disuadir a los inversores".
EL AJUSTE DE LA VIVIENDA NO HA TERMINADO.
La Comisión considera que el ajuste en el sector de la vivienda "todavía no ha terminado", ya que la demanda sigue siendo baja por el alto nivel de paro y la restricción del crédito. La caída de los precios se ha acelerado en 2012 y acumula un 28% en términos nominales y un 36% en términos reales desde el pico de 2007.
"Teniendo en cuenta la débil demanda de vivienda y la gran reserva de viviendas no vendidas, que se estima en alrededor de 700.000 nuevas, se esperan más ajustes en los precios del inmobiliario", afirma el informe.
"Además, la reestructuración del sector bancario y la creación de la Sareb para las entidades receptoras de ayudas resultarán probablemente en una mayor presión a la baja sobre los precios de la vivienda, al entrar al mercado las viviendas readjudicadas por la banca", concluye.
