BRUSELAS, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea impuso hoy una multa de 10,2 millones de euros al proveedor de tarjetas de pago Visa por rechazar entre marzo de 2000 y septiembre de 2006 la entrada como miembro de su red del banco estadounidense Morgan Stanley "sin ninguna justificación objetiva". Este comportamiento constituye, según Bruselas, una "infracción grave" a la normativa comunitaria de competencia.
El Ejecutivo comunitario considera que la no admisión de Morgan Stanley a la red de Visa restringió la competencia en la oferta de servicios de tarjetas de créditos a los comercios de Reino Unido. Morgan Stanley "disponía de planes concretos y gozaba de una experiencia suficiente que le hubiera permitido contribuir a una competencia más eficaz y tener una influencia positiva sobre los precios y la calidad del servicio en un mercado muy concentrado".
La comisaria de Competencia, Neelie Kroes, destacó que "la industria de tarjetas de pago juega un papel esencial en el funcionamiento del mercado único de pagos", por lo que advirtió de que el Ejecutivo comunitario "no tolerará comportamientos contrarios a la competencia e intervendrá si se deniega ilegalmente a alguna empresa la afiliación a las redes de tarjetas de pago".
Bruselas abrió una investigación sobre Visa tras recibir una queja de Morgan Stanley en 2000. En 1999, el banco norteamericano había creado Morgan Stanley Bank en Reino Unido y en 2000 esta filial intentó entrar en la red de Visa, pero su solicitud fue rechazada por el proveedor de tarjetas.
Visa alegó que su reglamento interno estipulaba que la red no aceptaría como miembro a ningún candidato que fuera considerado por el consejo de administración como un posible rival. Morgan Stanley disponía de una red propia de tarjetas de crédito en EEUU, Discover, pero sin presencia de la UE.
La investigación del Ejecutivo comunitario ha puesto de relieve que Morgan Stanley no era un competidor de Visa en la UE porque su red no operaba en Europa. Teniendo en cuenta la presencia de barreras importantes a la entrada en el mercado de redes, tampoco podía espera con realismo penetrar en el mercado comunitario con Discover, su red de EEUU. Además, la regla se aplicó de manera discriminatoria, ya que Visa aceptó como miembro a Citigroup (propietario de la red Diners Club) y de varios accionistas de JBC (propietario de la red JBC).
Hasta el momento en el que Visa admitió finalmente a Morgan Stanley Bank en calidad de miembro en septiembre de 2006, las actividades del banco en materia de tarjetas de crédito en la UE se limitaban a la emisión de tarjetas MasterCard en Reino Unido.
La investigación de la Comisión ha mostrado que los comercios esperan de los bancos que les presenten una oferta global de contratos de afiliación que incluya a la vez las tarjetas Visa y MasterCard.
En consecuencia, el rechazo de Visa a admitir a Morgan Stanley en calidad de miembro ha impedido a la entidad estadounidense ofrecer servicios a los comercios en lo que se refiere no sólo a las transacciones Visa (que representan el 60% del mercado), sino también a las que utilizan otras cartas de pago.
En Reino Unido, el mercado de servicios de tarjetas de crédito a los comercios está muy concentrado y deja poco espacio a la competencia. Según el Ejecutivo comunitario, en el círculo "muy cerrado" de posibles nuevos entrantes, Morgan Stanley era uno de los "raros operadores" que había previsto penetrar eficazmente en el mercado británico y disponía de las cualidades necesarias para hacerlo.
Por ello, la Comisión cree que la entrada de Morgan Stanley hubiera contribuido a una competencia más eficaz en Reino Unido y hubiera tenido una influencia positiva sobre los precios y la calidad de los servicios.
En agosto de 2004, Bruselas envió un pliego de cargos a Visa en el que exponía los resultados de su investigación. A continuación, Visa llegó a un acuerdo para resolver el conflicto con Morgan Stanley en septiembre de 2006 y le admitió como miembro. Por este motivo, el banco estadounidense retiró su denuncia ante la Comisión.
Pese a todo, el Ejecutivo comunitario ha decidido seguir adelante con la multa ya que Morgan Stanley ha sido excluido del mercado británico durante seis años y medio, de los cuales dos años después de que la Comisión enviara su pliego de cargos.
