ESTRASBURGO 12 Dic. (EUROPA PRESS) -
La comisaria de Medios Sociedad de la Información, Viviane Reding, comprendió hoy las "sensibilidades" de algunos grupos de la Eurocámara con respecto a la liberalización de la publicidad que se prevé en la renovación de la directiva de Televisión Sin Fronteras, y aseguró que los nuevos límites fijados para la emisión de anuncios no darán lugar a una "televisión a la americana".
"Soy muy consciente de que en este caso muchos de ustedes tienen una sensibilidad a flor de piel y quieren ser muy estrictos en publicidad", dijo en su intervención este martes ante el Pleno del Parlamento Europeo, que mañana votará el informe sobre la directiva de TV Sin Fronteras que, en principio incluye mayores límites a la publicidad de los que propuso la Comisión y de los que acordaron los Estados miembros el mes pasado.
Reding agregó que "yo tampoco deseo una televisión a la americana, con programas interrumpidos en todo momento por anuncios, por eso la Comisión afirma un límite máximo de 12 minutos por hora que, salvo en casos de deportes, no conocerá excepción alguna para anuncios aislados".
La Eurocámara votará en primera lectura la propuesta de directiva, que después deberá volver al Consejo para tratar de que ambas instituciones lleguen a un acuerdo común, necesario para que pueda adoptarse la nueva regulación.
En términos generales, Reding dijo que la directiva abarcará la televisión lineal y las formas de televisión no lineales, sin programación prefijada y a elección del espectador y que, por tanto, "los servicios electrónicos, el correo, etc, no estarán abarcados por la directiva".
PUBLICIDAD
El aspecto más polémico de las negociaciones para renovar la directiva tiene que ver con los límites fijados para la publicidad, después de que los Veinticinco aceptaran la propuesta para eliminar el tope de tres horas diarias y fijaran un límite de 12 minutos. Los países de la UE también redujeron en términos generales de 35 a 30 minutos la cadencia en la emisión de anuncios en telefilmes (películas hechas para televisión), obras cinematográficos e informativos.
El informe que votará mañana el Parlamento pretende elevar esta cadencia hasta los 45 minutos, aunque el Partido Popular Europeo (PPE) y la Alianza de Liberales y Demócratas de Europa (ALDE) han presentado enmiendas para reducirla a 30 minutos.
Por otra parte, los Veinticinco acordaron prohibir como principio general la técnica publicitaria denominada "colocación de producto" (product placement) en telefilmes y series con fines publicitarios, pero permitiendo excepciones en virtud de las cuales los Estados miembros podrán emplearlo.
El informe de la Eurocámara recoge también esta idea, a pesar de que el ALDE apunta que "a menos que los Estados miembros decidan lo contrario, se admitirá la colocación de productos en obras cinematográficas, películas y series realizadas para televisión y emisiones deportivas".
Otra de las cuestiones que se aseguran en el informe base el respeto del principio de origen, según el cual las producciones realizadas en un determinado Estado miembro deberán regirse por las leyes de dicho país, independientemente de que su producción se emita posteriormente en otro con normas más estrictas.
Este planteamiento es igual al consenso de los Veinticinco, pero el Partido Socialista Europeo (PSE) ha presentado una enmienda para que, aunque también reconoce este principio, contempla la posibilidad de que el Estado miembro de origen pueda "ponerse en contacto" con el de recepción "con miras a llegar a una solución de los problemas planteados que resulte beneficiosa para ambos" que podría llevar a pedir al prestador de servicios de medios "que cumpla las normas de interés público general pertinentes".
DEBATE
En el debate previo a la votación, Erna Hennicto-Schoepges se refirió en nombre del PPE al "debate ideológico en base a la publicidad" y llamó la atención acerca de que "es un sector que genera empleo y tiene una parte cultural". Se reafirmó en el respeto del principio de país de origen y con respecto a la colocación de producto apostó por "prohibirlo y que cada Estado miembro pueda autorizarla o no", de manera que los Gobiernos "tengan que responsabilizarse para emitir televisión de calidad".
Por el PSE, Henri Weber dio por buena la votación en la comisión de Cultura del Parlamento Europeo "para que la duración entre dos intervalos (de publicidad) siga siendo de 45 minutos" y apostó por "reglamentar bien" la colocación de productos "para evitar efectos perversos".
Por el ALDE, Ignasi Guardans indicó que la nueva directiva tendrá que "huir" de dos posibles extremos. Por una parte, "de una televisión a la americana controlada y dominada por la publicidad", pero también "de quienes creen que todo tiene que ser regulado por ley con el pretexto de proteger a los menores y a los más débiles, imponiendo cargas que sean imposibles para una televisión comercial en abierto o limitando la libertad de empresa"
Los Verdes apostaron por un aumento de la cadencia de la emisión de anuncios y rechazaron la colocación de productos. En su nombre, Helga Trüpel reclamó "seguir separando el contenido de la publicidad y no que cada 35 minutos haya un bloque publicitario" y una señal "muy clara de prohibición de la colocación de productos".
Consideró a esta técnica "un engaño" y se dirigió a los eurodiputados para que "voten en contra y defiendan la televisión de calidad y de todo tipo de ayudas no monetarias a la producción y que nos diferenciemos de Estados Unidos en cuanto a la calidad de lo que emitimos".
Umberto Guidoni, de la Izquierda Unida Europea, denunció que "tras revisión (de esta directiva) se esconde una liberalización salvaje del mercado publicitario", donde no habrá limites para la televenta y sí una una nueva regulación para la colocación de productos.