BRUSELAS, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Industria, Joan Clos, defendió hoy la creación de un regulador energético europeo como mejor medio para evitar apagones como el que afectó a varios países de la UE hace dos semanas. Clos intervino en una conferencia sobre energía y política exterior organizada por la Comisión Europea, en la que pidió además reforzar las interconexiones entre los Estados miembros, estrechar lazos con países proveedores como Argelia, y tener en cuenta el cambio climático.
"Es necesario acometer la creación de las interconexiones entre Estados miembros y de estos con terceros países productores y de tránsito", dijo Clos. Destacó que las interconexiones eléctricas entre los países europeos "no sirven únicamente para conseguir un verdadero mercado interior" sino que también "están extremadamente relacionadas con la seguridad de suministro de la UE".
"No hay más que remitirse a lo ocurrido en varios países europeos con el apagón hace algunas semanas", añadió. En este sentido, elogió que la Comisión haya anunciado que tomará medidas para mejorar la coordinación de los operadores de redes de transporte en la UE, pero indicó que "quizá deberíamos ir más allá y considerar seriamente la creación de un regulador europeo", idea propuesta por Bruselas el pasado marzo y rechazada por los países grandes, como Alemania y Reino Unido.
En cuanto a las relaciones con los países productores de energía, Clos admitió la "importancia" de Rusia como principal suministrador de la UE, pero apuntó que "hay otros países con los que debemos afianzar lazos energéticos de calidad, como es el caso de Argelia", el principal suministrador de gas de España. "La clave es la diversificación de productores, de rutas de suministro y de productos", recalcó, destacando el "potencial en materia de garantía de suministro" del gas licuado.
"No podemos eliminar nuestra dependencia energética exterior pero sí mitigarla a través de la diversificación e inversión en nuevas tecnologías y energías renovables", insistió el ministro de Industria. También defendió que la UE aborde con los países proveedores cuestiones como "la protección de las infraestructuras energéticas" o la lucha contra el cambio climático.
Sobre esta última cuestión, afirmó que "la seguridad energética y la seguridad del clima son las dos caras de la misma moneda", y de ahí la necesidad de actuar también en el campo de la eficiencia y el ahorro de energía. En este sentido, apoyó el "ambicioso plan" presentado por la Comisión Europea sobre eficiencia y dijo que "va a exigir la implicación de todos en su puesta en práctica, incluidos los poderes públicos a todos los niveles y los ciudadanos".
Insistió en que la UE debe esforzarse por hablar "con una sola voz" en sus relaciones de política exterior energética y "predicar con el ejemplo" y recordó que ello se habría visto facilitado de haber entrado en vigor el Tratado constitucional. Finalmente, señaló que cada Estado miembro tiene el "derecho legítimo" de decidir su "mix energético" pero abogó por "armonizar los intereses energéticos de cara al exterior formulando posiciones comunes en las cuestiones de mayor trascendencia".
