BRUSELAS, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Unión Europea ha rechazado este lunes los choques armados de las últimas horas en Nagorno Karabaj que han dejado cinco personas muertas y derivado en un intercambio de acusaciones entre Armenia y Azerbaiyán por el conflicto sobre la región.
"La UE deplora el estallido de violencia ocurrido ayer en la Línea de Contacto de Karabaj, que se saldó con al menos cinco muertos", ha manifestado el portavoz de la diplomacia europea, Peter Stano, en un comunicado.
En este sentido, ha pedido una investigación "a fondo" de las circunstancias del incidente armado e instado a todas las partes a "mostrar moderación para evitar nuevas acciones que puedan socavar aún más la estabilidad regional y amenazar el proceso de paz".
Las autoridades de la autoproclamada república de Nagorno Karabaj han reconocido al menos tres agentes muertos en un ataque por parte de "un grupo de sabotaje de las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán" que "apuntó y abrió fuego contra un vehículo del personal del Departamento de Pasaportes y Visados". Asimismo, han reseñado que "la parte azerí ha presentado hechos falsos al afirmar que se transportaban armas" a la región.
Armenia y Azerbaiyán protagonizaron un enfrentamiento en 2020 por hacerse con el control de Nagorno Karabaj, un territorio con población mayoritariamente armenia que es foco de conflicto desde que decidiera separarse en 1988 de la región de Azerbaiyán integrada en la Unión Soviética.
Las hostilidades entre ambas naciones se prolongaron durante seis semanas y dejaron miles de muertos. Finalmente cesaron cuando los dos países alcanzaron un acuerdo sobre el alto el fuego con la mediación de Rusia, por el que se permitía que las fuerzas de paz rusas se establecieran en Nagorno Karabaj por un periodo de cinco años.
La UE busca jugar un rol de mediación para lograr un acuerdo entre Ereván y Bakú sobre delimitación de fronteras que apacigüe este conflicto latente en la región del Cáucaso. Con este fin aprobó el despliegue hace unas semanas de una operación civil de patrullaje y vigilancia policial en la zona fronteriza, del lado de Armenia, que implica la presencia en el terreno de un centenar de efectivos.
