BRUSELAS 21 Jun. (EUROPA PRESS) -
El comité de Peticiones de la Eurocámara decidió hoy admitir a trámite la queja que presentaron 700.000 ciudadanos, encabezados por el periodista y actual eurodiputado por el PP, Luis Herrero, contra la presunta vulneración de la libertad de expresión de la cadena COPE en Cataluña. En concreto, se estudiará el fondo de la denuncia, sin prejuzgar el resultado del análisis.
El presidente de la Comisión de Peticiones, el polaco Marcin Libicki, determinó que este órgano estudie si la denuncia sobre la intención de la Generalitat de no renovar las licencias de la COPE en Cataluña (que finalmente sí renovó) constituye "una grave violación del derecho de libertad de expresión", tal y como indica la petición presentada por Herrero.
Libicki anunció ayer que tomaría esta decisión de manera individual -en virtud de la competencia que le atribuye el reglamento en calidad de presidente de la comisión parlamentaria-- en un plazo de 24 horas al término de un enconando debate, particularmente entre eurodiputados españoles, sobre qué camino seguir para determinar la si admitir o no la queja de la COPE.
En concreto, las quejas se dirigían "contra la negativa de las autoridades regionales catalanas a renovar las licencias radiofónicas de la emisora de radio COPE en Cataluña (Tarragona, Manresa y Barcelona)". Rechazaban la justificación de la Generalitat para tomar esta decisión -que finalmente renovó la licencia- relativa a que la emisora de la Conferencia Episcopal "transmite programas anticatalanes que incitan al odio, la violencia y la división". Por el contrario, mantienen que se trata del "resultado de una campaña de denigración dirigida por el Partido socialista" y reclamó el amparo de la Eurocámara para "impedir una grave violación del derecho de libertad de expresión".
La queja se presentó el 24 de enero y su admisión a trámite se produjo este miércoles por decisión del presidente de la Comisión de Peticiones después de que los coordinadores de los grupos representados en ella no lograrsen ponerse de acuerdo en tres ocasiones anteriores.
Libicki informó por carta a los miembros de la Comisión de Peticiones de su decisión, en la que recordó que "la protección de los derechos fundamentales es una de las principales labores del comité de Peticiones", a pesar de que señaló que "algunos miembros cuestionaron la admisibilidad de las peticiones en cuestión".
Indica, sin embargo, que "son ciertamente admisibles por su contenido", a pesar de que lamentó que no se hubiera podido tomar una decisión en este sentido previamente. Libicki consideró que "retrasar el procedimiento o reconocer las peticiones inadmisibles (...) no solo sería una decisión arbitraria y errónea", sino que también "discutiría el derecho (de los ciudadanos) a (presentar) peticiones" ante la Eurocámara.
A partir de ahora se iniciará el procedimiento de trámite que desembocará, como es habitual en estos casos, en las audiciones de las personas que han presentado la queja en la Comisión de Peticiones, con el objeto de determinar si la realidad se corresponde con las denuncias de los demandantes o no.