ESTRASBURGO, 18 May. (EUROPA PRESS) -
El pleno del Parlamento Europeo votó hoy en primera lectura una modificación del actual Fondo de Solidaridad para ampliar su uso a situaciones provocadas por ataques terroristas, catástrofes industriales y tecnológicas o crisis de salud, además de para paliar catástrofes naturales, que fue inicialmente el motivo de su creación.
Con motivo de las inundaciones en el centro de Europa durante el verano de 2002, la UE creo en noviembre del mismo año un Fondo de Solidaridad europeo con objeto de prestar asistencia financiera rápida en caso de catástrofe grave acontecida en el territorio de un Estado miembro o país candidato.
La cantidad anual disponible se fijó en 1.000 millones de euros y las condiciones de uso se limitaron a "una catástrofe grave de carácter natural que repercuta gravemente en las condiciones de vida de los ciudadanos, el medio natural o la economía de una o varias regiones o de uno o varios Estados".
Un segundo criterio cuantitativo establecía que los daños directos superasen los 3.000 millones de euros o el 0,6% de la Renta Nacional Bruta (RNB) del Estado afectado. El Fondo actual, si bien ha contribuido a paliar numerosas situaciones de emergencia, se ha mostrado poco eficaz para hacer llegar ayuda económica a las personas y las regiones en situación de crisis por accidentes industriales, como la catástrofe del petrolero 'Prestige', o de ataques terroristas, como los de marzo de 2004 en Madrid.
El Parlamento se muestra, en líneas generales, de acuerdo con la nueva propuesta de la Comisión de ampliar a ataques terroristas, catástrofes industriales y tecnológicas, y crisis de salud el ámbito de aplicación del Fondo, que actualmente se limita a las catástrofes naturales.
Además, se reduce el criterio cuantitativo a un 0,5% de la RNB del Estado afectado o a 1.000 millones de euros de daños directos. Otra novedad la constituye la capacidad de la Comisión para decidir sobre el uso del Fondo "incluso en caso de no reunirse dichos criterios cuantitativos y en circunstancias excepcionales debidamente justificadas".
La resolución del Parlamento también establece otra salvedad. Así, estipula que, "en caso de atentado terrorista, la Comunidad deberá reaccionar a los acontecimientos, aunque el daño material no cumpla el criterio cuantitativo establecido para recurrir al Fondo, pero las consecuencias del atentado sean tan graves que resulte obligatoria la solidaridad comunitaria".
Otros aspectos del texto se refieren a la necesidad de prestar una especial atención a las regiones alejadas o aisladas, como las regiones insulares o ultraperiféricas, el reclamo del reembolso de la ayuda comunitaria recibida por el Estado miembro en caso de que se repita una catástrofe y éste no haya adoptado medidas preventivas, o la aplicación del principio de que el causante de los daños es el que paga, para que el uso del Fondo de Solidaridad no pueda servir para eximir de su responsabilidad a los responsables de una catástrofe.
Por último, con objeto de dar visibilidad a la ayuda que concede la UE, el pleno ha aprobado una enmienda que solicita que el Estado miembro informe "a la población directamente afectada y a la opinión pública en general de manera claramente comprensible sobre la ayuda recibida con cargo al presente Fondo".
