UE.- Fischer advierte de que si no se resuelve la crisis actual en la UE antes de 2009 está podría "fragmentarse"

MADRID, 12 Jul. (EUROPA PRESS) -

El ex ministro de Exteriores alemán Joschka Fischer advirtió hoy de que si la Unión Europea no resuelve la crisis en la que se encuentra inmersa actualmente tras el rechazo a la Constitución Europea por Francia y Países Bajos antes de 2009 ésta podría "fragmentarse" y perder terreno. En todo caso, opinó que la UE nunca llegará a alcanzar el estatus de superpotencia de Estados Unidos.

En un encuentro en Madrid para presentar su nuevo libro 'El retorno de la Historia', el político alemán consideró que 2009 puede representar "un objetivo bueno" si para entonces se ha resulto la crisis actual de la UE, pero si esto no ocurre hasta 2012, previno, entonces habrá "un problema serio". Para esa fecha, explicó, "la UE será aún más grande y las instituciones aún más débiles y además habrá que negociar las nuevas perspectivas financieras".

En opinión de Fischer, aunque "algunos dicen que la Constitución europea ha muerto" esto no es así ya que "los problemas que ésta intenta resolver siguen vigentes". Asimismo, defendió la necesidad de que la UE se dote de una "fuerte política exterior común en coordinación con las políticas exteriores nacionales" y de unas "instituciones fuertes para gestionarse con eficacia".

Además, hace falta "más democracia europea tanto a nivel del Parlamento Europeo como de los parlamentos nacionales". Todo esto es necesario, afirmó, para conseguir que "los ciudadanos comprendan mejor la UE y puedan desarrollar un vínculo con ella". La UE, añadió Fischer, también tiene que "asumir nuestros propios desafíos estratégicos", como puede ser el problema de la inmigración que es un "problema de todos" porque "vivimos en un espacio europeo".

En cuanto a las fronteras de la UE, el ex jefe de la Diplomacia alemana consideró que éstas están definidas tanto al oeste --"mientras que Estados Unidos no solicite entrar"--, en el norte --"hasta cuando nos encontramos con osos polares", y en el sur por el Mediterráneo. "El problema está en el este", admitió, subrayando que es un problema que se remonta a la Grecia antigua cuando se definió el término de Europa.

Para Fischer, la visión de Charles de Gaulle de que Europa llega hasta los Urales "no es una buena idea" ya que estos están en medio de Rusia que es, por sí misma, "todo un mundo". Rusia cuenta con un amplio sectora de la población fuertemente ligado a Europa lo que debería llevar a "establecer fuertes alianzas estratégicas" con Moscú pero no una adhesión en la UE.

Otra cuestión son Ucrania, Bielorrusia y Moldavia, opinó. En estos casos la UE debe plantearse si "se puede permitir" dejar al margen esta "franja intermedia donde los conflictos están prácticamente programados" o por el contrario se debe asumir la responsabilidad de su integración. En el caso de Ucrania, afirmó, "hay mucho en juego" y su independencia "es fundamental para la seguridad de Europa".

En cuanto al caso de Turquía, dijo, este es "decisivo para la parz y la seguridad futura" de Europa. Según Fischer, si la principal amenaza actual procede del terrorismo islamista y "una solución posible es la modernización", entonces "sería irresponsable rechazar a Turquía ahora", sobre todo teniendo en cuenta que "desde hace 43 años" se le ha prometido su entrada en la UE.

Si finalmente se logra la integración europea, afirmó, entonces la UE estaría entre "los grandes pero no sería comparable a Estdos Unidos". "Nunca seremos como Estados Unidos porque nuestras historias nacionales tienen unos 1.000 años" y cada país "tiene su propia historia, lengua, cultura y juicios y prejuicios".

No obstante, advirtió, si esto no ocurre "nos fragmentaríamos y perderíamos terreno" y "ya no tendríamos ninguna posibilidad de ejercer una influencia". "Nuestro futuro es Europa", remarcó, recordando los "grandes éxitos" que han jalonado la historia de la UE. "Este proceso tiene que seguir y es imprescindible para nuestro futuro", añadió.

TERRORISMO ISLAMISTA Y ORIENTE PROXIMO

Fischer, que analiza en su libro el problema del terrorismo islamista, subrayó que se trata de "un nuevo desafío totalitario que no nació en el ámbito cultural europeo" y que no tiene una base organizativa estatal lo que, sin embargo, dijo "no le resta peligrosidad".

Para resolver este desafío, aseveró, hay que superar las "crisis" que se registran en la región de Oriente Próximo --el conflicto israelo-palestino, Irak e Irán-- y "promover la modernización" en esta zona del globo. Además, aquí se encuentra el 40% de los recursos petrolíferos mundiales, que son uno de los motivos del conflicto, por lo que "convendría buscar alternativas al petróleo", aseveró.

Según Fischer, "no hay una respuesta fácil al conflicto" en Oriente Próximo pero, en su opinión, el Cuarteto debería implicarse más y "comprometerse de forma más activa", ayudando a "apaciguar la situación para que haya negociaciones políticas". En todo caso, dijo, "las medidas que hay que tomar son conocidas" pero lo que hay que hacer es trabajar "para que se produzcan".

En cuanto a Irak, lamentó que no se consiguiera convencer a Estados Unidos de no invadir el país y que la situación se esté degenerando "constantemente" y contribuya "al incremento del terrorismo islámico". Según Fischer, "estamos pagando un alto precio" por la "intervención equivocada en Irak".

Sin embargo, en su opinión, la cuestión nuclear iraní es la "más peligrosa" de todas. "Estoy plenamente convencido de que el programa de energía nuclear iraní persigue objetivos militares y esto conllevará una desestabilización en Oriente Próximo", aseveró.

Ahora, dijo, "lo que hace falta es una actuación decidida en todos estos frentes". En el caso de Irán, se mostró contento de que Estados Unidos con apoyo de la UE y en especial del alto representante para la Política Exterior, Javier Solana, "por fin quiera negociar con Irán".

El ex ministro de Exteriores alemán también aborda en su libro el problema de la globalización, que "ejerce una influencia masiva en la política" y que lleva aparejada también, además de la globalización del modelo económico occidental, una "globalización de los conflictos". Ahora, resaltó, "ya no hay conflictos olvidados" porque "vivimos en un mundo único" y "ya no hay nada que esté lejos", lo cual tiene consecuencias en la política internacional.

El desafío ahora, según Fischer, es "crear un nuevo orden internacional capaz de garantizar la seguridad" y "basado en la cooperación". Esto pasa, dijo, por unas Naciones Unidas "fuertes" pero "desgraciadamente ha ocurrido lo contrario y no se ha reformado la ONU". También es necesario reforzar las relaciones entre Europa y Estados Unidos.

Así pues, "la generación actual de políticos no se puede quejar de falta de trabajo", ironizó. Asimismo, consideró que si éstos no resuelven todos estos problemas, "el futuro no se presenta muy halagüeño". "Si no agarramos el toro por los cuernos el toro nos agarrará a nosotros", remachó.