MADRID 31 May. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno español afrontará el debate sobre el futuro de la Constitución europea con intención de defender el Tratado tal como está, porque contiene "delicadísimos equilibrios que hay que mantener", en palabras del secretario de Estado de Asuntos Europeos, Alberto Navarro.
Mientras comienzan a oírse propuestas de rescatar sólo partes de la Constitución europea para lograr la aprobación de lo más importante, España "seguirá defendiendo ese equilibrio general", según dijo Navarro en el Fórum Europa de Nueva Economía con su homólogo portugués, Fernando Neves.
El Gobierno español siempre ha advertido que no aceptará que se recuperen sólo algunos aspectos del Tratado como el nuevo sistema de votación en el Consejo de Ministros de la UE, sino que la Constitución es todo un paquete de reformas.
Para defender su posición, el Ejecutivo espera contar con el apoyo de otros 17 países que hayan ratificado la Constitución en su forma actual para el 1 de enero de 2007, fecha en que comenzará la presidencia alemana de la UE y cuando se espera que comiencen los debates sobre cómo revivir el Tratado.
En concreto, señaló que a día de hoy son 15 los países que han ratificado el texto --seis de ellos incluso después de los noes de Francia y Países Bajos-- y confió en que a ellos se sume Finlandia el próximo semestre. Navarro incluye en sus cálculos a Rumanía y Bulgaria que, a su juicio entrarán en la UE "muy probablemente el 1 de enero de 2007, aunque la decisión final no se tomará hasta el próximo octubre.
Los dos nuevos socios entrarán en la UE con la Constitución ya ratificada, puesto que está ya en sus Tratados de adhesión. Con este escenario, el 1 de enero de 2007 la Constitución estaría ratificada por 18 países, dos tercios de los Veinticinco, con un 60% de la población. "Cuantos más seamos mejor será la negociación que planteemos", dijo.
Ante la posibilidad de que en Francia, en Países Bajos o en otro país persista el 'no' al Tratado, recordó que en la UE "no todos tienen que hacerlo todo", y hay iniciativas como la zona euro o el espacio Schengen en las que no participan todos los países. Eso sí, aseguró que España sí quiere estar en todos los núcleos de cooperación.
En todo caso, Navarro se mostró prudente sobre la solución que se dará a la cuestión del Tratado, con conversaciones que empezarán en 2007 pero con el "horizonte de 2009", cuando se celebran elecciones al Parlamento Europeo.
Más prudente aún se mostró el portugués Fernando Neves. El Gobierno de Lisboa pospuso 'sine die' su referéndum sobre la Constitución europea tras el rechazo en Francia y Países Bajos. "Hay que esperar a que haya condiciones para someter el texto al electorado", apuntó el secretario de Estado, "a que todos los países estén en condiciones de decir lo que quieren hacer", no sólo Francia y Países Bajos.
Navarro admitió que la UE vive "una crisis profunda de la que va a costar salir" y Neves habló de "periodo de indefinición" respecto a la Constitución, pero también en relación al crecimiento económico y la creación de empleo".
A su juicio, la UE necesita "saber cómo adaptarse y mostrar el camino en la preservación del modelo social y económico", así como a los problemas demográficos y de inmigración, y así responderá a las preocupaciones de los ciudadanos "y se crearán las condiciones indispensables para un debate esclarecedor sobre el modelo institucional".