BILBAO 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
La organización ecologista internacional Greenpeace consideró hoy "insuficiente" la decisión de la Comisión Europea de cerrar el caladero de la anchoa en el Golfo de Bizkaia hasta final de este año, por lo que demandó que se decrete una veda indefinida en la pesca de anchoa hasta que no se demuestre la recuperación total de la biomasa de esta especie.
En un comunicado, Greenpeace recordó que el año pasado se tomó una decisión similar ante la "alarmante" situación del caladero. Sin embargo, criticó que el pasado mes de diciembre de 2005 se reabrió el caladero, "sin que hubiera ninguna constancia científica" de una recuperación de la anchoa.
El director de Greenpeace Juan López de Uralde dijo que el año pasado solicitaron el cierre total e indefinido de la pesquería, pero, según lamentó, "no se nos hizo caso". Ahora, la organización ecologista exige que el cierre del caladero "no tenga límites temporales, sino que se mantenga hasta que se constate una recuperación real y total que permita reiniciar la actividad pesquera con garantías" y advierte de que la decisión de reabrir el caladero "debe basarse exclusivamente en la certeza científica de su recuperación".
Greenpeace recordó que, según el informe del Instituto Vasco de Investigación Pesquera Azti, las primeras estimaciones de la campaña científica del 2006 indican que el stock podría mostrar una ligera recuperación respecto al 2005, pero se encontraría, con alta probabilidad, por debajo de la biomasa de precaución (33.000 t), e incluso todavía por debajo de la Biomasa Límite de 21.000 t, y en consecuencia "en grave riesgo de disminución de la capacidad reproductiva".
En caso de que el stock se halle efectivamente entorno o por debajo a Biomasa limite, la organización ecologista señaló que se desconoce la dinámica del recurso y su capacidad de recuperación. En este momento, y según el Comité Científico comunitario, la biomasa de anchoa en el Golfo de Bizkaia se encontraría en las 18.640 toneladas, muy por debajo incluso de la biomasa límite.
"La situación de la anchoa es sólo un ejemplo de lo que está ocurriendo en los mares. Las técnicas de pesca destructivas y la sobreexplotación pesquera están acabando con los recursos marinos. Es hora de poner fin a este despropósito", concluyó López de Uralde.