UE.- Los ministros de Industria de la UE relanzarán hoy la batalla por la patente comunitaria

BRUSELAS 4 Dic. (EUROPA PRESS) -

Los ministros de Industria de la Unión Europea relanzarán hoy la batalla por la patente comunitaria, que se encuentra bloqueada desde hace tres años por el enfrentamiento sobre su régimen lingüístico. Tanto la Comisión, como los Estados miembros y sobre todo la industria consideran que la patente es un instrumento fundamental para impulsar la innovación, ya que en la actualidad los inventos tienen que registrarse en todos los países, con el enorme coste que ello representa, pero ni siquiera esta convicción ha permitido lograr un acuerdo.

La presidencia finlandesa pretende aprobar hoy lunes unas conclusiones sobre la patente para guiar la actuación del Ejecutivo comunitario pero se ha encontrado con el rechazo frontal de una serie de delegaciones encabezadas por España, Italia, Francia, Portugal, Hungría, Lituania y Luxemburgo, que las consideran "inaceptables", según informaron fuentes comunitarias. El ministro de Industria, Joan Clos, ha escrito al comisario de Mercado Interior, Charlie McCreevy, para explicarle su malestar con la propuesta.

Las conclusiones sobre propiedad industrial inciden sobre todo en la cuestión del coste, que éste sea asequible, y apuestan por un modelo jurisdiccional europeo y no comunitario. Ello significa en la práctica respaldar la incorporación de la UE al modelo ya existente del convenio de Munich, que supone traducir todos los documentos a tres lenguas: el inglés, el francés y el alemán. Esto es inaceptable para España pero cuenta con el respaldo sobre todo de Alemania, pero también de Reino Unido, Bélgica o la mayoría de los países del Este.

La delegación española, que estará encabezada por el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Alberto Navarro, y el secretario general de Industria, Joan Trullén, defenderá un sistema de patentes basado en la no discriminación (de las lenguas) y en la proximidad, que permita a los tribunales nacionales actuar como primera instancia en caso de disputa y le dé al Tribunal de Justicia de la UE el papel de decidir sobre los recursos.

Los ministros de Industria alcanzaron un acuerdo político sobre la patente comunitaria en marzo de 2003, pero desde entonces no han sido capaces de confirmarlo por estas discrepancias sobre el régimen lingüístico. El acuerdo reconocía al inglés, francés y alemán como lenguas de trabajo pero obligaba a traducir un documento de síntesis a todas las lenguas oficiales. Con este bloqueo, la UE ha seguido perdiendo terreno en innovación frente a sus rivales más directos, como Estados Unidos o Japón, e incluso ante los países emergentes como China o India.

Los Veinticinco discutirán también hoy sobre la modernización del código de aduanas para adaptarlo a los nuevos procedimientos electrónicos. Aunque todos los Estados están de acuerdo en los principios, la negociación será difícil por la gran cantidad de novedades que se incluyen. La presidencia finlandesa quiere centrar el debate en tres aspectos. En primer lugar, la creación de una 'ventanilla única' que permita realizar todos los trámites fiscales, comerciales o fitosanitarios en una sola pantalla. Ello crea bastantes problemas porque muchas veces las competencias están divididas entre varios ministerios o incluso transferidas a las regiones, como ocurre con Alemania.

El segundo punto de diálogo será el denominado 'despacho centralizado', que consiste en no ligar la declaración de aduanas al lugar físico por el que entra la mercancía sino que, por ejemplo, El Corte Inglés pueda centralizar todos los trámites en la aduana de Madrid independientemente de que los productos hayan llegado por Rotterdam o por Estonia.

Ello obliga a una importante mejora en el intercambio de información y a pactar cómo se hará el reparto de la recaudación entre los Estados miembros. El último punto de discusión es el de la liberalización de la profesión de agente de aduana, a lo que se oponen los países mediterráneos, especialmente Grecia, y también los bálticos, pero que cuenta con el apoyo de Alemania y Países Bajos.

Los ministros de Industria también examinarán los avances en materia de mejor reglamentación y en la directiva de crédito al consumo.