BRUSELAS, 3 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las negociaciones con Rabat para cerrar un acuerdo de readmisión de inmigrantes con la Unión Europea sigue tropezando con la negativa marroquí para admitir inmigrantes ilegales de origen subsahariano, una condición que reclaman los Veinticinco desde abril de 2003.
Según explicó a Europa Press el portavoz de Justicia, Libertad y Seguridad del Ejecutivo comunitario, Friso Roscam, la semana pasada se celebró en Bruselas una reunión técnica con las autoridades marroquíes que se saldó con la constatación de que los problemas "siguen siendo los de siempre".
"Para nosotros sigue siendo importante la readmisión no sólo de los nacionales sino de los inmigrantes de terceros países", apuntó el portavoz quien, no obstante, confía en que se pueda lograr una acuerdo antes de junio, es decir bajo la presidencia austriaca de la Unión Europea. El comisario Franco Frattini es, en opinión de su portavoz, "más bien optimista" sobre las posibilidades de lograrlo. Para confirmar los escenarios más favorales habrá que esperar a una nueva ronda técnica que tendrá lugar en las próximas semanas, probablemente en Bruselas, que precederá a una reunión de caracter político con la presencia de Frattini. La Comisión Europea presiona desde hace tiempo a Rabat para conseguir un acuerdo sobre readmisión de inmigrantes que, inicialmente, se había fijado cerrar a finales de 2005. Bruselas ha ideado estos acuerdos como parte de la estrategia global para combatir la inmigración ilegal. Hasta ahora, los Veinticinco han dado mandato a la Comisión para que negocie con once países: Marruecos, Sri Lanka, Rusia, Paquistán, Hong Kong, Macao, Ucrania, Albania, Argelia, China y Turquía.
Sin embargo, sólo se han terminado con éxito con Hong Kong, Macao, Sri Lanka y Albania. En el caso marroquí, tras dos años y medio de negociaciones, los técnicos de la Comisión afirman que se ha llegado "a los temas más importantes", es decir, al principal escollo, que es la readmisión de los subsaharianos, puesto que Rabat sí está dispuesto a acoger a sus nacionales capturados en territorio europeo sin los papeles en regla.
ACEPTADO POR AMBAS PARTES
Durante una reciente visita a Bruselas del ministro delegado de Asuntos Exteriores de Marruecos, Taieb Fassi-Fihri, éste destacó que su país está dispuesto a seguir la negociación pero que la UE debería también negociar este tipo de acuerdos con los países subsaharianos.
El responsable marroquí alegaba entonces que Marruecos "no puede readmitir personas ni europeas ni marroquíes con el pretexto de que han pasado por su territorio, sabiendo que han pasado por otros países".
Fassi-Fihri subrayó, en fin, que la relación entre la UE y Marruecos "no se limita a la inmigración" y que un acuerdo de readmisión sólo interesa "si se acepta por ambas partes y si se puede poner en marcha de manera fluída sin divergencias de interpretación".
