Ambas partes analizan en Bruselas cómo garantizar suministro y demanda
BRUSELAS, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Unión Europea y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) esperan una salida pacífica a la crisis iraní para eliminar un factor de inestabilidad geopolítica que incide en el precio del crudo, apostaron por buscar la estabilidad a largo plazo para restar volatilidad a los mercados y se mostraron de acuerdo en que hay que garantizar de manera simultánea el suministro europeo y la continuidad de la demanda.
"Solucionar este conflicto sería muy beneficioso para todos y por muchas otras razones. Desde luego, somos partidarios de que así ocurra, sería un riesgo geopolítico menos que afecta a los precios del petróleo y esperaría que tuviera un efecto estabilizador a la baja, no al alza", dijo el presidente de turno de la UE y ministro austriaco de Economía, Martin Bartenstein en rueda de prensa tras participar en la tercera reunión del llamado Diálogo sobre la Energía entre la UE y la OPEP, celebrado hoy en la sede de la Comisión Europea en Bruselas.
En la misma línea, el presidente de la OPEP y ministro del Petróleo nigeriano, Edmund Daukoru, aseveró que reducir las tensiones permitiría eliminar uno de los principales factores de incertidumbre en el mercado, por lo que confió en que "prime la razón entre todas las partes".
A su juicio, sería beneficioso tanto para la estabilidad regional como para los países alejados de la región de Oriente Próximo. "Los precios del petróleo interesan a todo el mundo, así que reuniendo todos esos factores qué duda cabe de que sería bueno encontrar una base de entendimiento y soluciones comunes", resaltó el responsable de la OPEP.
"Cualquier otro punto de vista sería pesimista. No hay más alternativa que la de esperar que se imponga el sentido común y los mercados mundiales se estabilicen", agregó. En todo caso, quiso situar el punto de mira en los operadores del mercado y evitar que los especuladores saquen partido de situaciones de crisis.
"Una situación que haga delicadas las relaciones internacionales debe abordarse de manera responsable y no debe dar pie a especulaciones en el mercado y los países productores y consumidores tenemos que hacer algo para que los operadores, que tienen grandes sumas invertidas, asuman su responsabilidad", insistió. Por ello, reclamó un "compromiso general" para que la economía mundial no se vea afectada, se garantice el suministro en todas las situaciones y se busque la manera de enfriar los mercados.
Durante la reunión, la parte europea agradeció la actitud "responsable y equilibrada" de la OPEP, pero puso el acento en una visión a largo plazo de los mercados energéticos que necesitan "transparencia y previsibilidad" para su buen funcionamiento. En la misma se analizaron las repercusiones del llamado Libro Verde sobre la Energía propuesto por la Comisión Europea.
Al respecto, Bartenstein destacó que la intención de la UE es ser líder en energías renovables, pero que aún así seguirá dependiendo en buena medida de los combustibles fósiles. Por lo tanto, para tranquilizar a sus interlocutores, subrayó que lo que se quiere es reducir "el incremento" del consumo de petróleo. "Es importante que la OPEP lo sepa", resaltó.
La UE agradeció también que la OPEP que se haya comprometido a incrementar su capacidad de reserva de los 2,2 millones de barriles al día hasta los 3 millones, un hecho que restará volatilidad al mercado. El ministro de Comercio e Industria de Finlandia, que asumirá la presidencia de turno de la UE a partir de julio, Mauri Pekkarinen, resaltó la importancia de continuar el diálogo y destacó la celebración de dos reuniones relevantes: una sobre almacenamiento de carbón que se celebrará en Riad el 21 de septiembre y una mesa redonda en Bruselas el 24 de noviembre. La próxima reunión del Diálogo sobre la Energía se celebrará en junio de 2007 en Viena.
