Federica Mogherini
FRANCOIS LENOIR/REUTERS
Actualizado: miércoles, 10 mayo 2017 14:09

BRUSELAS, 10 May. (EUROPA PRESS) -

La Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, y la Comisión Europea han admitido su preocupación por las presiones a periodistas y blogueros y las acusaciones de torturas a presos y sospechosos de terrorismo en las cárceles en Túnez, en un informe conjunto sobre el estado de las relaciones bilaterales.

"Seis años después de la revolución de 2011, la experiencia tunecina es una fuente de esperanza en los países del vecindario inmediato de Europa. No obstante, la transición democrática en Túnez sigue siendo frágil", concluyen en su informe conjunto publicado este miércoles, en vísperas del Consejo de Asociación de este jueves en Bruselas entre la UE y Túnez, que concluyeron una Asociación Privilegiada en 2012, en el que prometen que el bloque seguirá apoyando la consolidación de la transición democrática.

A pesar de los avances en el país tras la caída del régimen de Ben Alí al calor de la revolución de la Primavera árabe, el Ejecutivo comunitario reconoce preocupación por "presiones contra periodistas y blogueros" en Túnez, especialmente por los artículos de sus Códigos Militar y Penal que prevén "penas elevadas de prisión en caso de difamación de las autoridades públicas y militares".

No obstante, reconocen que el país ha progresado "netamente" en materia de libertad de prensa y de expresión en 2016, al pasar al puesto 96 frente al 126 que ocupaba el año anterior, según la clasificación de Reporteros sin Fronteras de un total de 180 países y por sus leyes "ambiciosas" que "consagran los derechos de los periodistas" y "prohíben las restricciones a la libre circulación de informaciones".

También han admitido preocupación por "las alegaciones de mal trato y tortura, especialmente en los centros de detención y contra las personas sospechosas de actividad terrorista" tal y como recogen el tercer informe del Comité contra la Tortura aún reconociendo que Túnez fue "el primer país de la región" que puso en marcha en 2016 un mecanismo nacional para prevenir la tortura de conformidad con el Protocolo a la Convención de la ONU contra la tortura.

El Ejecutivo comunitario también avisa de que las garantías de la nueva Constitución tunecina de 2014 que consagran la igualdad entre hombres y mujeres "todavía deben ser plenamente transcritas en las leyes y puesta en marcha en la práctica" y admite que "el respeto a los derechos de las lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales (LGTBI) sigue siendo un asunto de preocupación", incluidas las condenas a homosexuales sobre la base del artículo 230 del Código Penal y la introducción de pruebas médicas forzadas previstas en el Código Penal.

En cambio, el Ejecutivo comunitario ha valorado que las elecciones presidenciales y legislativas de 2014 en el país "han ilustrado la solidez de la democracia tunecina" y que el marco legislativo en las que se desarrollaron constituye "una base sólida" para las futuras elecciones municipales previstas en diciembre de 2017, así como los "avances enormes" en el proceso de descentralización y regionalización --elemento central de la transición tunecina-- en 2016 y la adopción del plan de acción ligado a la estrategia contra la corrupción y el buen gobierno, que debería contribuir a la "independencia" de la justicia en los casos de corrupción y blanqueo de dinero.

TERRORISMO E INMIGRACIÓN

El Ejecutivo comunitario ha valorado asimismo los "resultados operativos significativos" del país contra el terrorismo, aérea donde la UE y los Estados miembros reforzaron notablemente la cooperación con Túnez a pesar de las amenazas al país por la inestablidad en Libia y el contrabando y el tráfico transfronterizo en la región.

También admite que el retorno de combatientes terroristas tunecinos de Libia y Siria y el peligro de radicalización, sobre todo en las regiones desfavorecidas y en las cárceles, "representan otros desafíos enormes".

En materia de cooperación en inmigración irregular, el Ejecutivo comunitario admite que la entrada de inmigrantes irregulares tunecinos a la UE ha caído "progresivamente" hasta los 1.077 en 2015 frente a los 28.000 que llegaron en 2011 sólo a Italia, aunque la tasa de repatriación apenas alcanza el 30%. Unos 999 inmigrantes irregulares llegaron a Italia en 2016 desde Túnez, cuyas autoridades "temen que la crisis en Libia pueda provocar en cualquier momento un flujo de inmigrantes".

AYUDA APLAZADA

Por lo que se refiere a la ayuda económica, el Ejecutivo comunitario recuerda que el desembolso del tercer tramo de la ayuda macroeconómica acordada a Túnez "ha sido aplazada debido a los retrasos por las autoridades tunecinas en la ejecución de ciertas condiciones contempladas en el protocolo de acuerdo".

La UE acordó un primer préstamo a Túnez de 300 millones en 2014, de los cuáles 200 millones se desembolsaron en 2015, y otro préstamo de 500 millones de euros en 2016.

La ayuda europea a Túnez se elevó en total a unos 3.500 millones de euros entre 2011 y 2016 en forma de ayuda, asistencia macrofinanciera y préstamos, mientras que el Ejecutivo comunitario prevé destinar una ayuda máxima de 300 millones de euros en 2017 para Túnez y mantener este nivel de ayuda anual hasta 2020.

Respecto al acuerdo de libre comercio que negocian ambas partes, la UE ha admitido evoluciones "positivas" en las discusiones pero ha alertado de que siguen abiertas "una serie de cuestiones" que son "incompatibles con los compromisos de Túnez", incluido en cuestiones fitosanitarias y sanitarias y barreras técnicas al comercio y ha dejado claro que Túnez debe introducir "un sistema de control de ayudas de Estado conforme a sus compromisos" en el marco del acuerdo de asociación.

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